1. El crecimiento del pelo comienza con tu alimentación
Una dieta saludable es la clave para desarrollar un pelo más fuerte y por ende más largo. Alimentos como el salmón están cargados con ácidos grasos
omega-3 y omega-6, así como antioxidantes que pueden reducir la caída del pelo así como aumentar la cantidad. Si eres vegetariana también hay una opción: los porotos, ya que proporcionan los nutrientes necesarios para un pelo sano como el hierro, la biotina y el ácido fólico.
2. Fortalece tu cuero cabelludo
Según un estudio reciente, se ha comprobado que los masajes diarios en el cuero cabelludo aumentan el grosor del pelo. Por eso los expertos sugieren
pasar cinco minutos al día masajeando el cuero cabelludo, suavemente, con las yemas de los dedos.
3. Irónicamente, la tijera es tu amiga
Cortar tus puntas no hará que te crezca el pelo más rápido, pero entre más sano lo mantengas evitarás tener que cortarlo con más frecuencia.
Algunas personas juran que si se cortan el pelo durante ciertos ciclos de la luna lo ayudarán a crecer, ¿te atreves?
4. Usa acondicionador cada vez que uses shampoo
Si te lavas el pelo, eso significa que debes acondicionarlo. Con el paso del tiempo, la coloración o por el uso de herramientas de calor, el pelo comienza a adelgazarse en la parte inferior. El acondicionador ayuda a reemplazar los lípidos y las proteínas dentro de cada pelo, así como a sellar la cutícula para ayudar a evitar que ocurra más daño, y así lograr que tu pelo crezca más.No olvides de incluirlo en cada lavado que te hagas.
5. Haz un enjuague con agua fría al final de cada ducha
Si lo que quieres es pelo largo, ¡este es un must! El agua fría deja la capa exterior del pelo más suave, lo que ayuda a evitar la pérdida de humedad, los
nudos y el daño por ocasionado por el calor. Míralo así, solo tienes que hacerlo durante unos segundos, pero puede marcar una gran diferencia.
6. Duerme en seda
Dormir sobre una superficie lisa reduce la fricción nocturna, lo que significa menos daño al pelo, y menos riesgo de amanecer con los pelos revueltos. Y para ello, los expertos concuerdan en que las fundas de seda de almohadas son lo mejor.
7. Las herramientas de calor, o lo uno o lo otro
Nunca seques con secador y luego utilices la plancha, opta por lo uno o lo otro. En un mundo ideal, dejarías secar tu pelo al natural, aunque sabemos que esa no es una opción para algunas. Por eso, y para evitar el daño y la sequedad, los expertos recomiendan que elijas sólo una de las herramientas. O en pocas palabras: el exceso de calor dificulta el crecimiento del pelo.
8. Cambia la altura de tus recogidos
Los recogidos bajos y sueltos son ideales, mientras que las colas de caballo altas y apretadas tiran del pelo causando que se rompa. Además los
cauchos o bandas elásticas que usas de ser muy apretados, pueden quebrar el pelo sobre el que se sujetan. Por eso, y aunque amamos los recogidos altos, es mejor que los dejes para ocasiones especiales.
9. Cepilla más y mejor
Cepillar tu pelo estimula el flujo de sangre al cuero cabelludo, lo que aportará los nutrientes necesarios a los folículos capilares, dejando tu pelo más
sano y fuerte. Además, el cepillado distribuye los aceites naturales, manteniendo la humedad necesaria y protegiendo el pelo de los elementos externos.
Pero, eso sí, hazlo suavemente. Empieza desde las puntas y avanza suavemente hacia arriba, sacando nudo por nudo.
10. Nunca más vuelvas a envolver tu pelo en una toalla enorme
¿Qué podría salir mal al poner todo tu pelo dentro de una toalla? Todo. Tu pelo queda atrapado entre las fibras del tejido, y,
como la mayoría de las mujeres seguramente casi siempre lo envuelves demasiado apretado, por lo que terminas rompiendo todos esos pelitos frágiles
alrededor de tu rostro. Opta por las toallas de microfibra súper delgadas y suaves diseñadas especialmente para cumplir con su propósito: secar tu
pelo, y no romperlo.