Todos conocemos la genialidad de un científico total como Albert Einstein. Y también nos preguntamos por qué razón no aparecen más de ellos en la sociedad. El secreto de Einstein, dicen los neurólogos, estarían en una particular configuración de su cerebro, lo que lo hizo casi único.
Concretamente, los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro de Albert Einstein estaban inusualmente bien conectados entre sí y ello podría haber contribuido a su brillantez, según un estudio realizado hace
unos años por el antropólogo evolutivo de la Universidad Estatal de Florida, Dean Falk.
«Este estudio, más que cualquier otro hasta esa fecha, realmente llegaba al ‘interior’ del cerebro de Einstein», dijo Falk. «Proporcionaba nueva información que ayuda a dar sentido a lo que se conoce sobre la superficie del
cerebro de Einstein».
El estudio, «El cuerpo calloso del cerebro de Albert Einstein: Otra pista de su alta inteligencia», fue publicado en la revista Brain. El autor principal, Weiwei Men, del Departamento de Física de la Universidad Normal de China Oriental, desarrolló una nueva técnica para llevar a cabo el trabajo, que fue la primera en detallar el cuerpo calloso de Einstein, el mayor haz de fibras del cerebro que conecta los dos hemisferios cerebrales y facilita
la comunicación interhemisférica.
Nueva técnica para estudiar el cerebro de Einstein «Esta técnica debería ser de interés para otros investigadores que estudian la importantísima conectividad interna del cerebro», dijo Falk.
La técnica de Men mide y codifica con colores los diferentes grosores de las subdivisiones del cuerpo calloso a lo largo de su longitud, donde los nervios se cruzan de un lado del cerebro al otro. Estos grosores indican el número de nervios que se cruzan y, por lo tanto, cuán «conectados» están los dos lados del cerebro en determinadas regiones, lo que facilita diferentes funciones dependiendo de dónde se cruzan las fibras a lo largo de la longitud. Por ejemplo, el movimiento de las manos se representa hacia el frente y la aritmética mental a lo largo del dorso.
En particular, esta nueva técnica permitió el registro y la comparación de las mediciones de Einstein con las de dos muestras, una de 15 hombres de edad avanzada y otra de 52 hombres con la edad de Einstein en
1905. Durante su llamado «año milagroso» a los 26 años, Einstein publicó cuatro artículos que contribuyeron
sustancialmente a la fundación de la física moderna y cambiaron la visión del mundo sobre el espacio, el tiempo, la masa y la energía.
Los hallazgos del equipo de investigación muestran que Einstein tenía conexiones más extensas entre ciertas partes de sus hemisferios cerebrales en comparación con los grupos de control más jóvenes y más viejos.
La investigación del cuerpo calloso de Einstein fue iniciada por Men, que solicitó las fotografías de alta resolución que Falk y otros investigadores publicaron en 2012 de las superficies internas de las dos mitades del cerebro de
Einstein. Además de Men, el equipo de investigación incluía a Falk, que fue el segundo autor; Tao Sun, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington; y, del Departamento de Física de la Universidad Normal
de China Oriental, Weibo Chen, Jianqi Li, Dazhi Yin, Lili Zang y Mingxia Fan.
(Fuente: NCYT Amazings)