«¡Libertad, libertad, orientales!», fue el titular de La Democracia, semanario del movimiento Por la Patria del Partido Nacional (PN), que dirigía Alberto Zumarán, después de aquel «Río de Libertad» del 27 de noviembre de 1983 en torno al Obelisco, que le reclamaba a la dictadura cívico-militar elecciones libres sin proscriptos. En ese recordado estrado, lleno de personalidades de todos los partidos políticos que se oponían al régimen de facto, estuvo Zumarán, abogado y productor rural. Tuvo un destacado papel en la militancia política antidictatorial y en la recuperación democrática, siendo uno de los voceros de Wilson
Ferreira Aldunate, líder de Por la Patria, que se encontraba en el exilio.
Un año después se realizaron esas elecciones, pero fueron con partidos y ciudadanos proscriptos, entre ellos el propio Ferreira Aldunate, que estaba además preso desde que había retornado del exilio. Entonces, Por la Patria postuló como candidato a la presidencia a Zumarán.
Fue electo senador, y, tras la muerte de Ferreira Aldunate, en 1989 volvió a ser candidato a la presidencia por Por la Patria, pero aunque ganó el PN,
dentro del lema el candidato más votado fue el herrerista Luis Alberto Lacalle. Zumarán volvió a ejercer como senador entre 1990 y 1995, y después de ese período abandonó las primeras filas de la política.
Este martes falleció a los 79 años. El presidente Luis Lacalle Pou escribió en Twitter: «Alberto Zumarán, ‘El Panza’, gran compañero y persona. Siempre nos regaló su alegría y aliento. Saludos a su familia y amigos.
QEPD». Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, cuya candidatura a la presidencia había apoyado Zumarán en 2004, expresó en la
misma red social: «Hasta siempre Panza querido. Los grandes quedan en el corazón de la gente.». Zumarán también fue recordado por el ministro
de Defensa Nacional, Javier García. «Falleció un enorme uruguayo, un referente ético y moral. Un gran blanco. Para mí un amigo. Alberto Zumarán, que en paz descanses», tuiteó.
Alberto Sáenz de Zumarán Ortiz, era abogado y cristiano practicante, se graduó en Derecho en la Udelar, estuvo vinculado a entidades
agropecuarias y fue asistente del arzobispo de Montevideo, Monseñor Carlos Partelli.
En 2001 fue designado a la Comisión Administradora del Río de la Plata. Como wilsonista apoyó las precandidaturas de Juan Andrés Ramírez en
1999 y en 2004 de Jorge Larrañaga, tras lo cual se retiró de la política partidaria activa.
Falleció dejando una trayectoria no maculada por el golpismo y el colaboracionismo al que no fueron ajenos algunos elementos de su partido. En definitiva, murió un político decente, que de alguna manera fue uno de los símbolos de una historia reciente cuyos ecos polémicos aun no están del todo laudados y que,
fundamentalmente, deja tras de sí una honrosa memoria.
La diaria y Caras&Caretas