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El pasado lunes Amaranto Abascal asumió como nuevo técnico de Tacuarembó, habiendo atendido a los medios de prensa, sosteniendo que su etapa como futbolista ya la había olvidado.
Escribe: Álvaro Gil
“Mi etapa como futbolista ya la olvidé, tengo que separarme de lo emocional, debiendo razonar tanto los entrenamientos como los partidos. Analizarlos, corregir, y controlar, son las tres cosas que tenemos que lograr para incentivar el crecimiento del jugador”, sostuvo. Abascal también expresó que su idea es que los deportistas capten su filosofía táctica, habiendo manifestado que sus jugadores tienen que saber a qué juegan, además de elegir al futbolista en el mejor momento. El orientador no dio demasiadas pistas sobre si veremos un Tacuarembó con mayor o menor poder ofensivo, pero si manifestó que no se apartará de la idiosincrasia de la institución, la cual es traída desde la selección amateur.
En cuanto a las bajas el entrenador declaró que es un número muy grande contar con treinta jugadores, pero que tenía que respetar lo que estaba firmado, no queriendo generarle problemas al club, agregando que de todas formas su cuerpo técnico tendrá su estilo propio de elegir a los futbolistas.
A su vez el profesional expresó que no solicitó partidos amistosos, entendiendo que no es necesario disputar encuentros preparatorios, siempre y cuando consiga mejorar el nivel de competencia entre los integrantes del plantel.
“Si nosotros elevamos la puja entre dos equipos que estén luchando por una posición, no necesitamos movernos para afrontar cotejos amistosos, los cuales muchas veces terminan generando más gastos económicos que conclusiones positivas”, dijo.Al cierre de nuestra edición Abascal mantenía una reunión con el presidente de Tacuarembó, el profesor Wilson Ezquerra, comenzando a acelerar las negociaciones por las posibles altas, pudiendo por estas horas cristalizarse el regreso de Franco Sosa, quien desde comienzo de semana viene entrenando con el resto del grupo.
