“Todo el mundo dice que lo importante es competir, lo importante en esta vida es seguir en carrera, El Gamo sigue en carrera”, Daniel López Moroy.
Escribe: Giovanna Farías
24 de enero de 1980 – 24 de enero de 2020, 40 años han pasado, mucho ha cambiado en el mundo, en Uruguay y por supuesto en Tacuarembó, el sistema político, el régimen de gobierno, las leyes, los medios de comunicación y las formas de comunicarnos, las familias y sus formas , la tecnología, los sistemas de producción de producción.
A los cambios estructurales, edilicios, a los de la época moderna los confrontamos con una esquina de Tacuarembó que sigue conservando su esencia. Esencia que viene desde mucho más que hace 4 décadas, siendo
punto de encuentro y también de desencuentros en el deporte, sobre todo el fútbol, en la política, en la bohemia. Punto de referencia, próximo a la Intendencia, a la Catedral, la Jefatura, el histórico Teatro Escayola, bajo la mirada de Artigas desde lo alto de su monumento en la Plaza 19. Esa esquina que homenajea a un hombre veloz como el viento Juan Jacinto López Testa “El Gamo”.
La historia de Bar El Gamo está escrita en sus paredes, en cada copa, en cada brindis, o en esa mesa que sentía el sonar de unos puños que expresaban alegría o derrota, están escritas en cada grito de gol, en cada expresión de
desazón cuando la jugada no se daba.
Son 40 años siendo testigo del paso del tiempo, de la transformación de la
ciudad y su gente. Desde allí contempló mil encuentros y despedidas en la
vieja y querida ONDA (hoy local de SEMMT). Muchas ilusiones que partían
hacia otros destinos, casi siempre la capital en busca de la buena suerte.
Tantos abrazos como las copas compartidas antes de viajar o al regresar,
seguramente muchas historias de amor que allí nacieron, o se desvanecieron.
Daniel López Moroy junto a Ángel Manzzi tuvieron la idea en 1979 de abrir en
sociedad un Bar en esa esquina, ya emblemática. “Había que buscar una
propuesta nueva, diferente, algo que se necesitaba. “Si bien mi padre había
tenido en ese lugar el Bar Dani, lo abrió en 1952, cuando yo nací por eso el
nombre. Mi abuelo había tenido almacén en el mismo lugar. Tuvo otros
propietarios, entre ellos Galarraga, hasta 1979. En ese momento le dije a mi
abuelo que tenía una idea, que me dejara el local”, contó a El Avisador, Daniel
López Moroy.
EL NOMBRE
“Sobre el nombre que le pondríamos, teníamos dudas con Manzzi, pero le dije
que mi padre le había puesto Bar Dani por mí, si no tenes problema le pongo
El Gamo por mi padre que había fallecido hacia un año. De esa forma lo unía la
idea con el deporte también, lo cual era mi idea Y por suerte pudimos imponer
el nombre”, destacó López Moroy.
LA ESQUINA
“El bar nació bien, porque a veces las cosas no salen de la manera que uno
piensa. En el año 80 fue un momento bueno, primero porque estaba en una
muy buena esquina, enfrente estaba La Onda. En cada lugar que ibas del país,
donde estaba La Onda había una empresa gastronómica enfrente. La esquina
ya tenía vida propia”, recordó.
LOS CAMPEONATOS
“En aquel momento los campeonatos de fútbol del noreste eran un furor,
cuando ya hacía 5 años que transmitía fútbol, eran increíbles, los clásicos
Tacuarembó – Rivera, Tacuarembó – Cerro Largo. Abro el bar un jueves 24 de
enero, a los dos días, el sábado jugaban Tacuarembó y Rivera en el Goyenola ,
en aquel momento estaba relatando para Radio Zorrilla, lo cual servía como
publicidad. Tacuarembó gana con Pocholo Bentancourt de técnico, un amigo
entrañable que fue parte del Gamo , fue quien me ayudó a imponer el bar, él
me ayudó, prácticamente vivía en el Gamo. Manzzi tenía mucha experiencia,
todo sumaba”, indicó.
“Tacuarembó, salió campeón del noreste, salió campeón del interior, la gente
se acostumbró a festejar en El Gamo, fue un verano espectacular que duró
hasta abril. Desde que abrimos no cerramos nunca, las 24 horas estaba abierto
con la Onda enfrente, con el movimiento, así se fue imponiendo. Cuando lo
abrí solamente era el saloncito, después lo fui ampliando, para tener más
comodidad para trabajar”, destacó.
LUGAR DE ENCUENTRO
“La canción de Carlitos Benavides le escribió recientemente al bar dice que
estuvo rodeado de poetas, cantautores, pintores, políticos, deportistas. En la
década del 80, cuando empezamos todavía no estábamos en democracia, pero
después hubieron muchas reuniones ahí”, remarcó.
“Cuando comenzó la Junta Departamental a funcionar, de 1985 en delante, los
jueves días de sesión, de los 31 ediles 21 o 22 se iban para El Gamo, se daba
otra sesión. También recuerdo los arreglos políticos, los acuerdos, toda la
gente que ocupaban cargos, paraban todos ahí, así fue funcionando. Iban de
todos los partidos, hasta ahora, unos se sientan juntos, otros separados, otros
comparten”, expresó.
LA POESÍA Y LA BOHEMIA
“A quien recuerdo siempre y es parte de la historia del Gamo es el Negro Juan
Carlos Rosa, él estuvo ahí desde que abrimos en el 80 hasta que se murió, era
infaltable. Lo encontrabas siempre después de las 10 de la noche, estaba
pronto para escribir después de las 12 de la noche. Ahí escribió la canción de
Estudiantes, de Ferrocarril, de Wanderers , y la Marcha de Tacuarembó cuando
sale campeón en el 80, cuando empieza a jugar él escribe la canción, de ahí la
fuimos a grabar una noche en el estudio de Radio Zorrilla, la grabó William
Miguel Hirst. Mandrake, Deciderio Coelho, Salmantón, el Bilinga eran parte de
las noches del bar”, recordó con añoro de nostalgia.
CUATRO DÉCADAS
“Cada década fue cambiando, la del 80, la de los 90, el 2000, el 2010 otra y
esta otra. El bar durante 20 años fue un bar de comidas y de copas , después
todo se va modificando, la vida te lo va exigiendo, en esta etapa actual es
restorán con la misma esencia del encuentro cordial en esa esquina”, sostiene.
EL GAMO SIGUE EN CARRERA (CARLOS BENAVIDES)
“Todo el mundo dice que lo importante es competir, lo importante en esta vida
es seguir en carrera. Hemos tenido épocas difíciles, fáciles, complicadas, y las
pasamos todos a través de los años, donde siempre tuve el apoyo de la familia,
sobre todo de Rosa mi mujer”, cuenta López Moroy.
“En 40 años Rosa bancó muchas, llegadas en las madrugadas, viajes de
mucho tiempo por el fútbol, en los cuales ella quedaba al frente del negocio.
Tengo también muy buenos empleados, tengo la satisfacción de decir que hay
gente que hace 18, 20, 25, 30 que están conmigo”, dice.
“En 40 años deben haber pasado 300 muchachos y muchachas en distintas
tareas. El cerno del Gamo está siempre presente para que el milanesa, el
chivito, la napolitana clásicos infaltables, siempre salgan igual. En tema de
bebida se ha tomado todo: Espinillar, la grapa, el whisky, el vino, la cerveza,
los refrescos. Hoy en día la gente más se dedica a la comida y la bebida es un
acompañamiento”, expresó.
“Le debo estos 40 años a todo el pueblo de Tacuarembó, que llegando hasta El
Gamo o por teléfono se ha conectado durante una vida con nosotros. Siempre
digo que gracias a ellos pude criar a mis hijas, las tres profesionales hoy. Ojalá
pueda llegar a muchos años más y que alguna de mis hijas o nietos continúe
con la esquina como hizo mi abuelo, mi padre y como lo hice yo, alguno va
agarrar la bandera. Comparto estos 40 años con todo Tacuarembó”, destaca.
JUAN JACINTO LÓPEZ TESTA “EL GAMO”
Vivió toda su vida en la ciudad de Tacuarembó, donde desarrolló su trayectoria
atlética. Fue un destacado velocista, por lo que se lo llamó " El Gamo" López
Testa. Compite por primera vez en el Campeonato Universitario del año 1943,
evento en el que baja las marcas que se ostentaban hasta el momento.
Entrenador infatigable de su propio cuerpo, López Testa entrenaba a orillas de
las propias carreteras de su departamento. Una anécdota es elocuente,
conociendo los horarios de los ómnibus interurbanos se colocaba a la par del
vehículo para controlar sus propios tiempos.
En el año de 1944 se vincula al Club Estocolmo en Montevideo, camiseta que
defiende durante toda su trayectoria en su especialidad los 100 metros llanos.
Fue Campeón Sudamericano; Campeón Nacional 100 metros llanos con 10’’
02’’’ y Campeón de Posta 4 x 100 en el exterior con la camiseta uruguaya y con
la de Estocolmo. En 1948 en las Olimpíadas de Gran Bretaña clasifica a
cuartos de final, terminando su corta pero intensa carrera al año siguiente en el
Sudamericano de Paraguay, donde triunfa en todas las especialidades.(
Fuente: www.atletas.com.uy)