«¡Nos quedan solamente tres departamentos para terminar de pintar de verde nuestro querido país!! Hoy le toca el turno al departamento de Tacuarembó!», dice un mensaje difundido en las redes sociales por CanastasUY
CanastasUy es una iniciativa ciudadana de recolección de alimentos en tiempo de cuarentena, que recibe y canaliza donaciones de empresas y particulares para armar canastas con alimentos y productos de primera necesidad, que se distribuyen a las localidades y organizaciones más vulnerables de varios
departamentos del país, con el apoyo de intendencias y alcaldías, que son quienes tienen relevada a la población más vulnerable.
Anuncian que desde el miércoles (ayer) «estaremos apoyando a los siguientes merenderos y ollas solidarias: Merendero Mi sueño (400 platos); Merendero Caritas lindas, Barrio Godoy (880 platos; Barrio Santa Isabel (720 platos); Caridad sin límites, Paso de los toros (960 platos), Escuela de Formación en Agro-Oficios (980 platos); Barrio Centenario (600 platos)».
Cada canasta abastece a una familia de hasta 6 personas por 3 días, aseguran en su página web, y con donar $ 250 (el valor de una canasta o plato,
como le llaman) se puede colaborar con una familia, aunque el número de canastas a donar es a voluntad.
Se puede donar a través de la web canastas.uy, donde se detallan todos los medios para colaborar, o registrarse también allí como voluntario.
Todo lo que se recaude esta semana será para el departamento de Tacuarembó, donde reciben el apoyo de Rotary Club, que también canaliza donaciones
y será participante en la distribución de las canastas.
El objetivo en Tacuarembó es de llegar a las 8.894 canastas lo que significa unas 15.000 personas, dice la organización.
CanastasUy empezó como una movida solidaria entre amigos que se juntaron para dar una mano ante la emergencia sanitaria, y ayudar a familias de diferentes localidades para que no les faltara un plato de comida. Sus impulsores cuentan que “El ‘Quedate en Casa’ significó un sacrificio casi insostenible para
los que viven del día a día. A miles de familias se le dificultaba tener un plato de comida en su mesa”.
En poco tiempo eran cientos de ciudadanos organizados.
La iniciativa fue creciendo gracias al apoyo de padrinos, empresarios, colaboradores y centenares de voluntarios.