Si quieres apostar por unos hábitos alimenticios saludables debes empezar a cambiar tu dieta y reducir el consumo de azúcares y grasas que tan solo nos
aportan calorías sin que apenas contengan nutrientes. Estos cambios alimenticios no tienen por qué producirte una mayor sensación de hambre porque sustituyes los productos con calorías vacías por otros que te aportarán interesantes componentes como fibra, vitaminas, etcétera.
Come despacio para asimilar bien los alimentos Lo primero que tenemos que hacer es comer más despacio. ¿Por qué? Porque nuestro estómago tarda alrededor de 20 minutos en enviarle al cerebro el mensaje de que ya está saciado y, por tanto, si comemos demasiado rápido es probable que tomemos una mayor cantidad de alimento de la que realmente necesitamos para calmar el apetito.
Es importante masticar bien los alimentos y alargar las comidas y cenas durante unos 20 o 30 minutos para asegurarte de que estás aportándole a tu cuerpo el alimento que necesita. Además, con los alimentos bien triturados ayudaremos a que nuestro sistema digestivo pueda procesar mejor los nutrientes en
el tracto intestinal.
Divide tu día en 5 o 6 comidas Otro de los trucos es que comas más veces durante el día pero, eso sí, en cantidades más controladas y apostando por tentempiés saludables. Hay personas que creen que es mejor comer 3 veces al díapero lo cierto es que es totalmente contraproducente: lo más recomendado es que se tomen alimentos en 5 o 6 momentos distintos del día y, así, conseguirás beneficios como los siguientes:
·Saciar tu apetito entre horas: si a media mañana, media tarde o antes de dormir te tomas un tentempié saludable conseguirás aportarle un extra energético a tu cuerpo y, además, calmar el hambre. Con esto también lograrás llegar a las principales comidas del día con el hambre más controlada y, por tanto, evitarás grandes atracones.
·Acelerar el metabolismo: otro de los motivos por los que se recomienda comer varias veces al día si quieres adelgazar es que activas el trabajo del metabolismo haciendo, así, que tu cuerpo consuma más calorías durante el día.
Eso sí, para comer sano debes evitar comer dulces o snacks salados a entre horas y, en su defecto, optar por comidas más saludables como, por ejemplo,
frutas del tiempo, yogur desnatado, un puñado de frutos secos…
Intenta comer siempre en casa Está claro que, si queremos comer sano, no hay nada mejor como cocinar nuestras propias recetas pues, de este modo, controlamos las cantidades que usamos de aceite, de sal, los métodos de cocción, etcétera. Si comes en el trabajo, puedes prepararte tuppers con comida que sea sana y que te ayude a cuidarte todos los días de la semana.
Si tienes una comida o cena con amigos, te recomendamos que para comer lo más sano posible intentes pedir siempre las recetas que se realicen al horno
o a la plancha y pedirte los platos sin salsas; de esta forma, conseguirás evitar un aporte extra de grasas y calorías en tus platos.
Incluye vegetales en todas tus comidas para saciar tu apetito Uno de los mejores trucos que te ayudarán a comer sano sin pasar hambre es incluir verduras en todas tus comidas, ¡incluso los tentempiés a entre horas! Aunque parezca algo muy complicado de hacer, lo cierto es que con esta sencilla práctica conseguirás saciar tu apetito y, además, llenarás tu organismo de vitaminas y minerales la mar de saludables para pasar tu jornada.
Evita la harina blanca y el azúcar Si quieres comer bien deberás evitar alimentos que aportan «calorías vacías», es decir, productos con muy bajo aporte nutricional y que, sin embargo, están repletos de calorías. Estos alimentos son, sobre todo, los azucarados y las harinas blancas que, además, debido
al componente adictivo del azúcar harán que tengas más ganas de seguir comiendo en lugar de saciar tu apetito.
Las harinas blancas han pasado un proceso de refinamiento industrial durante el cual han perdido la mayor parte de sus nutrientes y se han mezclado con
azúcares; por este motivo, se recomienda encarecidamente que se dejen de tomar panes o pastas blancas y, en su defecto, se apueste por la versión integral que es mucho más nutritiva y, además, muy rica en fibra por lo que saciará el hambre sobremanera