La piel de la mujer en la menopausia comienza a deteriorarse como consecuencia de los cambios hormonales y pueden aparecer problemas epidérmicos que hay tratar.
Uno de los cambios más llamativos es la disminución del grosor de la dermis y epidermis. Otros son el descenso evidente de la tasa de colágeno y elastina así como la mengua de la densidad de los folículos de vello, lo que debilita aún más la piel.
La piel se vuelve más seca, escamosa y menos elástica, con el consiguiente aumento de las arrugas cutáneas. Aparece la flaccidez y la pérdida de volúmenes. Podemos empezar a encontrar más manchas debido a la exposición solar de una piel afinada, las mucosas pierden su grado de humedad».
El pelo y las uñas también resultan afectados. Podemos observar síntomas como caída y debilidad del cabello, alopecia, cabello quebradizo, cabello reseco y sin brillo. En cuanto a las uñas, pueden aparecer fragilidad, adelgazamiento del grosor, manchas e irregularidad.
El vello en general, y sobre todo el de las axilas y el pubis, disminuye. La duración del ciclo del folículo piloso se reduce, lo que da lugar a cierto grado de alopecia, como ocurre en el varón. Por el contrario, en muchas mujeres aparece un aumento del pelo de la zona de la barba y del bigote.
Rigurosos con los cuidados
En casos que no se traten a tiempo de grietas y picor generalizado, pueden ocasionar complicaciones como las dermatitis y las infecciones de piel. A causa de la menopausia podemos encontrar sequedad en diferentes grados, algunos pueden ser muy leves y otros muy avanzados, produciendo una afectación importante. Las dermatitis pueden asociarse en caso de complicación de las lesiones producidas por la sequedad de la piel. Se advierte que en una mujer con múltiples patologías, una simple infección de la piel puede producir una descompensación.
Si mantenemos nuestra piel hidratada correctamente podremos evitar las complicaciones dermato-lógicas importantes. Se aconseja aplicar cremas hidratantes tres veces al día todos los días.
Si el picor progresa y no mejora solo con la hidratación, hay que consultar al médico.
Cremas que cumplan con normas sanitarias
Además de hidratarse a menudo con lociones o cremas, es necesario utilizar jabones sin detergente, suaves y extragrasos. De la misma manera, son importantes los filtros de la radiación ultravioleta A y B, y de la luz visible, para evitar un envejecimiento añadido por la acción de la radiación solar, uno de los principales productores de radicales libres.
Y una advertencia sobre las cremas y cosméticos: De-ben adecuarse al máximo a las normas sanitarias recomendadas para evitar las dermatitis de contacto, que también aparecen de forma más frecuente al tener la piel más débil.