Solemos unir el autoamor y el cuidado personal directamente con nuestro cuerpo y la belleza pero, ¿qué tal si nos tomamos un tiempo también para mimarnos por dentro?
Nos encanta hablar de cuidado propio porque aprendimos a identificarlo con el »tiempo para mi», en el que tenemos un respiro. Hay una tendencia a unir las
ideas de cuidado propio con eso que nos hace sentir bien. Es como cuando nos hacemos una mascarilla mientras escuchamos música, el momento relax que
para cada una es diferente y necesario.
Pero en las últimas décadas aprendimos a ampliar la idea de cuidarnos y a ir más allá de lo superficial. Estamos seguras de la importancia que tiene, y sabemos que no se trata de un capricho egoísta. El #metime, es más amoroso y significa «también hay tiempo para mí».
Es una especie de «cuarto propio» simbólico, donde existe tiempo libre para ser y crear.
Es un espacio de intimidad personal, donde podemos permitir el proceso de conectar con nosotras mismas para tener «la charla» en donde todo sale a
luz. Esta experiencia puede que no sea tan rosa y agradable como una mascarilla facial. Pero conocernos en profundidad es una llave para expandir nuestra
alma y enriquecer nuestra experiencia de vida. ¿Cómo hacerlo? ¡En esta nota te dejo algunos tips!
1. La vida misma te va guiando
No hace falta que sepas todo. Querer tener una galera mágica de herramientas, para vaivenes en el futuro, te puede distraer de las lecciones que ahora mismo te ofrece el escenario en el que estás. Si en el boom de información te sentís abrumada, tranquila. Confiá en que lo que estás haciendo ahora es justo lo
que necesitás. Cuando tenés el hábito de observarte, registrar la forma en la que reaccionás, anotar qué se lleva tu atención y qué elegís hacer; tu entorno inmediato se transforma en una escuela. Cada situación te enseña algo sobre vos y te va mostrando un camino. ¡Estate atenta! TIP: Tené siempre un cuaderno de notas personales, hay muchos métodos, pero lo mejor es que descubras la forma que funciona para vos.
2. Se vos misma y valorate
Cuidado propio es ser vos misma y reconocer que sos valiosa justo ahora. Si tomás la idea del cuidado propio como el medio para convertirte en tu versión
mejorada, te puede llevar a presionarte por alcanzar un ideal que te aleje de ser quién sos en verdad. Ahora mismo ya estás completa. Qué alivio, ¿verdad? Si
tu plan es partir de A para llegar a B, tenés que enterarte que en tu punto de partida ya tenés todo, que al recorrer el camino vas a transformarte y que el
regalo no es llegar a B. El regalo es la libertad de elegir voluntariamente recorrer ese camino. TIP: Entrená el hábito de ver la copa llena en vez de vacía.
3. Más te conoces, mejor elegís Las incomodidades aparecen para que las notemos y tomemos una decisión que nos acerque a ser fieles a la vida que
elegimos. Brillá en el lugar en donde estás, porque tus dones se despiertan cuando das lo que solo vos tenés para ofrecer. Vas a querér hacerlo porque es ahí
cuando comenzás a conocerte. Es en la ruta diaria, en donde vemos la vida que estamos creando. Al ponerte atención, observarte y escucharte es cuando
reconocés la parte tuya que hace lo que creías que debías hacer. Ese es el momento para descubrir lo que de verdad necesitás. TIP: fluir sin forzar, diseñá rutinas diarias simples con lo que tiene prioridad y sientas que refleje la persona que sos en vez de la que pensás que deberías ser.
4. Amar tu propia vida
Todo lo que recibe atención se expande y cuando el foco de nuestra atención recibe aprecio, su valor se despliega. Esto quiere decir que la vida que vivimos puede ser el paso indistinto del día a la noche, o puede ser un hermoso acto creativo. Son nuestras elecciones voluntarias diarias las que hacen la
diferencia. Cuidado propio es la forma en la que elegís vivir tu vida y la decisión de amar la vida que tenés. Por eso meditamos, ejercitamos, compartimos
una comida con gente amada, escribimos, pintamos, leemos… El a,b,c: amar, bailar, cantar. Encontramos la manera de vivir con alegría el presente. «Las mejores cosas de la vida son gratis». TIP: Disfrutá lo que tenés, el aprecio y la gratitud nutren las necesidades del alma.