Escribe: Susana Montaner – Diputada Partido Colorado.
En el año 2015, en ocasión de hacer uso de la palabra ante la Cámara de Diputados que integramos, expresamos que la VII Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá del 9 al 11 de abril de dicho año, quedaría en la memoria por un hecho histórico: el encuentro entre Raúl Castro y Barack Obama.
Pero otro hecho ocurrió ese día, que no fue menor y quedó así plasmado:«…Mitzy Capriles y Lilián Tintori entraron en el auditórium, capturaron todas las miradas cuando subieron al escenario… irrumpieron los aplausos, que se intensificaron durante sus discursos. Ellas estaban ahí para pedir solidaridad con sus maridos presos injustamente en la cárcel caraqueña de Ramo Verde, y con los venezolanos que “hoy más que nunca» «necesitan el acompañamiento internacional”.
¿Quiénes son estas dos mujeres? Mitzy está casada con Antonio Ledezma, el alcalde de Caracas acusado por Nicolás Maduro de «conspiración y asociación para delinquir». Lilián es la esposa de Leopoldo López, acusado de promover las protestas contra el gobierno de Maduro, en el año 2014. Ambos presos políticos de un gobierno que no admite la libertad de las personas de opinar distinto, de disentir, de protestar, de reclamar, de oponerse incluso. Un gobierno que se dice de izquierda y democrático y no entiende que gobernar en democracia es gobernar por y para el pueblosin excusarse en supuestas conspiraciones de derecha para la defensa de supuestas izquierdas que no son otra cosa que el intento de ejercer abusivamente poder que un día su pueblo le confió…
Ya en el 2015, apoyamos la lucha de estas mujeres en la Cámara de Diputados que integramos. En esa ocasión, citamos a Mario Vargas Llosa quien, en la Universidad de Lima,expresara,sobre los arrestos de estos hombres, que era sabido “que esas imputaciones son una burda excusa del gobierno de Maduro para deshacerse de los líderes opositores, a los que siente como una amenaza para sus intentos de consolidar una dictadura en Venezuela”
Estas dos mujeres ambas con sus propios estilos, están unidas por una misma fuerza. Ninguna de ellas cesaráen su lucha con el objetivo de liberar a sus esposos y, junto a ellos, a todos los presos que -por razones políticas- llenas las cárceles de Venezuela. Mitzy, sobria, presentó su caso con toda la tranquilidad que pudo, aún al borde del llanto: «Es imposible que las lágrimas dejen de saltarnos del corazón», se justificó. Lilián, muy expresiva y con buen manejo de la palabra y de los silencios, prometió que no cejaría en su empeño hasta liberar a su marido y a Venezuela, donde, dijo, «hay un régimen hoy antidemocrático, corrupto, ineficiente y represor».
Hoy ante los cada vez más aberrantes hechos ocurridos en Venezuela, nos sentimos más solidarias en su lucha. Sin embargo, debemos de reconocer, su lucha no ha sensibilizado a los gobiernos latinoamericanos los que, por el contrario o han callado o se ha limitado a hacer tibias y contradictorias manifestaciones.
Maduro no sólo ha emprendido un alevoso ataque contra su mismo pueblo, al que tiene el deber deproteger, sino que sus acciones representan un ataque a Latinoaméricatoda.
Reafirmamos lo dicho en esa ocasión cuando expresáramos la razón tuvo Vargas Llosa cuando espetó, en Lima, que «es una vergüenza que en América Latina tan pocos gobiernos hayan condenado» a Caracas y, en cambio, «muestran muy débiles convicciones democráticas, cuando no una secreta complicidad con la dictadura venezolana».
No hay más excusas para apoyar este gobierno despótico, tirano y corrupto de Venezuela. No hay ideología que lo apoye porque lo suyo no es izquierda. La izquierda debería ser “estado de bienestar” y acá solo vemos populismo disfrazado de izquierda.
¿Se estará pagando acaso una deuda por el apoyo recibido por parte del gobierno de Chaves primero y de Maduro después a lascampañas políticas de otros populismos?
Aún así nada lo justificaría. Cabe un llamado a la dignidad porque nada justifica el hambre de un pueblo, la represión de las libertades, la violación de los derechos humanos y el debilitamiento de las democracias en la región.
Hago un llamado de alerta, señores! La situación va más allá de la denominada “tolerancia de actuación de Uruguay para con Venezuela” o sentirse ofendido porque los dichos de Maduro son “un insulto para el Uruguay” como expresó el Ministro Astori y no bastan las declaraciones tibias o exigirle a Maduro que “se retracte” como reclamó el presidente Vázquez.
Es hora de tomar la actuación y conducción de la política internacional de modo profesional y por las vías oficiales que corresponden, manteniendo la conducta de un país que se caracterizó siempre por la defensa a ultranza de la democracia.
¡Basta señores de paños tibios! No es el Secretario General del PIT CNT el que debe hablarle a Maduro en nombre del pueblo uruguayo, porque el señor Abdala, con todo respeto, no nos representa a nadie ni tiene la legitimidad para hablar en nombre de un pueblo que también supo conocer el dolor de vivir en dictadura.
Aquel grito que muchos pronunciamos de NUNCA MAS DICTADURA debe llegar a toda América de boca sí de sus pueblos y no se trata ni de izquierda ni de derecha. Se trata de defensa de la DEMOCRACIA.