El secretario de Presidencia dijo que la apertura de actividades religiosas será evaluada tras su comienzo y defendió
sus condiciones.
Álvaro Delgado explicó el motivo de la apertura de actividades religiosas y no de los espectáculos culturales, enumeró sus condiciones sanitarias y afirmó que «hay un tema adicional que tiene que ver con la contención del alma».
«Empezamos con las ceremonias religiosas quizás como la primera prueba, porque además el protocolo que acordamos después de un mes de trabajar es muy restrictivo en la primera fase, que obviamente es una antesala de lo que se viene, y es muy restrictivo en el sentido de que hay una ceremonia sola por día.
Además se tiene en cuenta el nivel de desinfección previsto, el uso de tapabocas todo el tiempo y se registran a todos los que se ingresan para hacer el
hilo de la trazabilidad, con un tercio del aforo de la capacidad», afirmó Delgado en diálogo con el programa Primera Mañana de El Espectador En ese sentido Delgado explicó que las ceremonias tienen una duración máxima de 45 minutos y que se hará una evaluación a los 20 días para seguir el comportamiento de las personas y sus resultados en este tipo de actividades.
«Hay un tema adicional que tiene que ver, y que quizás fuera un punto de contacto que funciona más para espectáculos públicos que para esto, que es
el tema de los baños. Generalmente en los templos de cualquiera de las religiones no hay baños o hay muy pocos y hay toda una discusión sobre si los
baños comunes tienen problemas de contagio», indicó Delgado.
Para el secretario de la Presidencia también hay un factor espiritual que incide y que tiene que ver con «la contención del alma» de cientos de ancianos
que sufren la soledad.
«Hay mucha gente que en grupo de riesgo de más de 65 años y los que siguen con el distanciamiento físico sostenido, el uso de tapabocas y el confinamiento responsable, todo eso generó, lo vimos a través de la línea de asistencia psicológica de ASSE, que hubieran miles de llamadas», expresó.