El Poder Ejecutivo decidió suspender las clases por dos semanas tras confirmar los primeros casos de coronavirus en Uruguay, pero se mantendrá el servicio de alimentación para aquellos niños en una «situación social crítica»
que «requieren» de esa asistencia a partir del próximo miércoles, informó a El Observador el consejero Héctor Florit.
Durante este lunes y martes los niños que requieran la alimentación deberán ser inscriptos por un adulto responsable en el horario habitual declases. Es decir, no se tomarán en cuenta los listados completos de los
niños que se alimentan a diario en estos centro educativos sino que «se hace un revelamiento a partir de la solicitud de un familiar en las situaciones absolutamente prioritarias».
El SINAE dispuso la suspensión de clases durante dos semanas. Primaria garantiza la alimentación a los alumnos que lo necesiten mediante empresas tercerizadas.
Las escuelas urbanas permanecen abiertas atendidas por guardias que se organizan por las direcciones.
Este lunes habrá una reunión de Primaria con empresas tercerizadas para detallar cómo se va a implementar el sistema.
Pero Florit adelantó que quienes estén inscriptos levantarán las bandejas por la escuela, que funcionará con una guardia establecida por el director.
Primaria ya trabaja con empresas tercerizadas, que se encargan de unas 30.000 porciones diarias de alimentos para los alumnos. En algunas escuelas se trabajan con bandejas y en otras con comida a granel que se
hacen en las escuelas. El modelo a aplicar en esta situación de emergencia se va a resolver en la reunión de este lunes 16.
Florit explica que no se tienen en cuenta los listados completos de los niños que almuerzan en las escuelas porque en este se incluyen los niños que van a escuelas de tiempo completo, especiales o rurales. Tampoco se incluyen las colonias de vacaciones y los campamentos en los que los niños se quedan a dormir y tienen las cuatro comidas del día.
El consejero de Primara compara esta situación con la de los veranos educativos, un programa del
que participan 250.000 niños, pero en el que solo almuerzan 15.000. «Tomo ese número como referencia de cuando el servicio está focalizado en situaciones de demanda y no en situaciones de oferta», explicó