El tema de la semana ha sido el incumplimiento por parte del Ministerio del Interior, de la tarea que la Constitución le impone.
El domingo próximo se disputará el clásico del futbol uruguayo, pese a que el tema de la semana en un país tan futbolero como el nuestro debería ser, que futbolistas jugaran por Peñarol o Nacional, como prepararon y llegan al partido.Esto quedó en segundo plano, ya que el Ministerio del Interior, en una decisión absurda, interpreta que la mejor política de seguridad para aplicar sea que la Policía no esté dentro del estadio.
La decisión de la Secretaria de Estado obedece a continuar con una política total y demostradamente errada, al momento de combatir a la delincuencia que existe en las parcialidades del fútbol desde afuera del escenario deportivo. Aunque parezca mentira, mientras que recientemente hubo un homicidio en la tribuna Ámsterdam, el gobierno frenteamplista continúa evadiendo su responsabilidad y decide que los efectivos policiales deben estar afuera, ¿qué es lo que están esperando que pase? ¿Qué haya más muertes?
Los rehenes de esta falta dle Estado, de esta evasión irresponsable por parte del gobierno, serán los hinchas del fútbol, aquellos que van al estadio a disfrutar de una tarde de clásico junto a sus hijos, aquellos que simplemente quieren disfrutar del deporte más popular del Uruguay.Finalmente por 200 imbéciles (no les cabe otro adjetivo) que el Estado no puede controlar, se perjudican 20,000 personas que no podrán concurrir a la Tribuna Olímpica.
Otro apunte para la historia de este gobierno, por primera vez la seguridad pública estaráechada a la suerte de lo que pase, por primera vez se jugará un clásico sin la tribuna del uruguayo clase media, la tribuna de la familia.
Como decía un general romano “Alea jacta est”, es decir“La suerte estáechada” y así es, la delincuencia ya le ganó al Ministerio del Interior, porque éste ya dio por perdida la batalla.