LAS TICS Y LA PANDEMIA
El teletrabajo, la no presencialidad y la atención al cliente de manera virtual llevó a un aumento exponencial en la demanda de todos los
sectores asociados al E-Commerce, sostuvo en diálogo con LA REPÚBLICA el presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de
la Información (CUTI), Leonardo Loureiro.
En este sentido, las empresas «estaban obligadas» a digitalizarse por la falta de presencialidad, «en especial las pequeñas y de mediano tamaño» porque si no «la pandemia se las comía», sostuvo Loureiro.
El crecimiento sostenido de las pymes vinculadas al E-Commerce (comercio electrónico) se produjo con anterioridad. Pero a partir de la pandemia, pese a que «no hay datos firmes al respecto», según indicó Loureiro, el aumento de entregas a domicilio fue de un 30 a un 40 por ciento.
«Las transacciones de pago electrónico, según un informe publicado por el Banco Central del Uruguay en marzo de este año, superaron el pago tradicional, lo que significa que la gente que pagaba en un comercio físico pasaron a hacerlo digital», señaló el presidente de CUTI.
Hay entre 70 a 100 empresas comprendidas dentro del «ecosistema» de E-Commerce, de un total de 400 compañías vinculadas a la cámara. Pero no
todas trabajan directamente del comercio electrónico, sino que se desempeñan en áreas vinculadas al sector.
«Por ejemplo, la ciberseguridad comenzó a ser una necesidad más esencial para que las transacciones sean seguras. También porque al haber mucha presencialidad el pago era más seguro», explicó el presidente de CUTI.
A comienzos de este año, el régimen de facturación electrónica sumó nuevos beneficios. La Dirección General Impositiva (DGI) estableció que las
pymes comprendidas en el Literal E pueden optar por pagar un porcentaje de sus ventas en lugar de una cuota fija si ingresan al régimen de facturación
electrónica.
Desde antes de la pandemia había una predisposición por parte de las medianas y pequeñas empresas hacia la digitalización, según indicó el presidente
de la Cuti. Pese al crecimiento de este sector, la mayoría de los integrantes de la cámara pertenecen al rubro financiero, con unas 50 empresas asociadas. La
mayoría de las compañías de tecnología se vinculan a la banca. «El aumento de la digitalización y de las transacciones electrónicas de igual
manera no significaron que como cámara no nos hayamos visto afectados con la pandemia. Trabajamos en muchos proyectos vinculados al turismo o
a la cultura que se dieron de baja o se detuvieron», especificó el presidente de la Cuti.
Sin embargo, una de las grandes dificultades de la actividad económica vinculada a las tecnologías de la comunicación es la falta de «disponibilidad de talento».
«Muchas veces se dice que en los sectores tecnológicos hay desempleo cero. Creo que para ser más exactos, la falta de recursos humanos se puede traducir a un -20%. Si bien hay ofertas de carreras terciarias tanto en UTU como en las distintas universidades, los egresados aún hoy no satisfacen la demanda», observó el presidente de la CUTI.
En este sentido, aseguró que el de las TIC es actualmente un mercado laboral deficitario, donde anualmente se precisan incorporar 2.500 personas,
pero lo hacen solo 800. «O se pierden los negocios o se los damos al extranjero», indicó.
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