«El pasado 30 de octubre se cumplieron 26 años de la inauguración del Estadio de Fútbol del Club Central del barrio López. Pero esta vez no
solo celebraron el acontecimiento, sino que el propio Club consideró designarlo con el nombre de César Yacks, funcionario municipal, hace
poco tiempo de su fallecimiento, recibió un merecido homenaje al ser designado con ese nombre.
Vamos a exponer de esa obra grandiosa para un club de barrio de este Tacuarembó, que fue el primer club de la Liga de Tacuarembó que tuvo su
estadio propio. Y ello fue posible en parte por un apoyo municipal que comenzó ya en los terrenos, que en los primeros tiempos don Pedro María, en
la década del ’60 otorgó para uso de dicho club en precariato.
Pero el club siguió insistiendo, no era una cancha quería un estadio. El estadio se logró hacer pese a todos los inconvenientes que se dan en el
barrio. En el primer mandato después de la dictadura militar, el Ministro de Obras Públicas cuando oyó sobre el pedido dijo
que era imposible por los desniveles y el gran costo. En el segundo gobierno del Presidente Luis Alberto Lacalle Herrera, el Ministro Elso Goñi le
dio gran impulso a la política de los convenios, convenios entre instituciones sin fines de lucro incluso instituciones públicas en las cuales el Ministerio daba fondos y la institución ponía a su vez su esfuerzo y otros fondos para concretar las cosas. Y así fue posible en gran parte como se logró ese estadio.
Ese estadio se logró con un esfuerzo que no solo fue el Ministerio de Obras Públicas, que dio recursos y que dio técnicos para los cálculos de los movimientos de tierra enorme que hubo que hacer, sino también de Ancap a través del tacuaremboense que ocupaba el cargo en el Directorio, el señor Saúl Posada, a
través de la intendencia municipal que aportó permanentemente apoyo decidido a esta obra y César que integraba la Comisión estaba permanentemente solicitando audiencias para la Directiva del Club y a su vez colaborando con el Club en el sentido de hablar con los capataces para
las necesidades que tenía y las posibilidades de la intendencia, César cuando iba con la Directiva del Club ya tenía los ganadores en la manga porque
sabía que se podía solucionar con arenas que habían sobrado en alguna obra, de esa forma se dio concreción a esa obra que es grande y magnífica.
Pero además quiero señalar que esa política de Elso Goñi no era una política que tuviera algún signo político. Elso Goñi
colaboró para la sede del Cerrito, fue amplio en todas sus colaboraciones, por eso muy merecido lo tiene que el estadio se llame César Yacks, el popular «Negro Yacks» o el «Peluquero» como le decían muchos, que trabajó arduamente para concretar esa obra, insistiendo en que había recursos y
dónde estaban los recursos para poder colaborar y sacar adelante las obras.»