En este primer paso a la vacunación que está viviendo la frontera, Diario El Avisador estuvo en averiguaciones y de manera extraoficial llegamos a nuestros lectores con un paneo generalizado de lo que vive la ciudad de Santana.
La incertidumbre en la población es muy grande, la politización del medicamento es un problema visible y claro está que dicha incertidumbre es causada por la cantidad de información que existe en internet sobre el medicamento, pero que muchas veces no tiene una base confiable o no evacua las dudas.
La situación en la frontera está descontrolada, manejando registros del día miércoles, se ha llegado a 97 casos nuevos en Santana y más de 40 en Rivera.
¿La consecuencia? El comportamiento de las familias y la sociedad, de las personas de la frontera que están viviendo con un virus que ya tiene una circulación comunitaria y quedarse encerrado exclusivamente no es
la forma de combatirlo.
Los factores visibles de esta alta propagación son las reuniones de más de 5 personas, el no cumpliendo las medidas de distanciamiento, el no uso de tapaboca, por lo que estos factores hacen que aumenten diariamente los casos de forma exponencial.
Estos números no son resultado de días atrás, si no consecuencia de las fiestas de fin de año, los actos políticos, comportamiento social con aglomeraciones que están ocurriendo en la frontera.
Tacuarembó debería de ver como ejemplo de lo que no se debe hacer, así evitar el mismo resultado que está teniendo la Santana y Rivera.
Al comienzo Rivera tuvo un buen nivel de acatamiento en las medidas de control según supimos por parte de personal médico de la ciudad. El distanciamiento y control de circulación, no era algo que se podría sostener mucho en el tiempo, el uso y costumbre de Santana no permite una concientización sostenida ya que la vida del riverense sobrelleva mucha de las costumbres brasileras.
Entre ambas ciudades los casos rondan entre los 110 y 150 casos diarios. Si bien el personal de la salud es la primera línea de batalla contra el COVID, estamos en conocimiento de que hay faltas en el sistema de protección para estos funcionarios.
En Santana el equipo es el adecuado y eficiente, pero no tanto así del lado uruguayo, a menos que el personal se haga de esa protección por su cuenta.
ASSE está haciendo un buen seguimiento de los pacientes internados en domicilio por COVID, con visitas de médicos que realizan una evaluación del avance clínico del paciente.
Esperamos que el operativo de vacunación de la frontera sea efectivo y tenga una importante repercusión para frenar el descontrol del que hacemos referencia. Volvemos a repetir, Tacuarembó debe ver las fallas de
la ciudad vecina para no cometer los mismos errores y así evitar la propagación de este virus.