Lamentamos tener que reflexionar acerca de este tema, nos ha tocado lidiar con la pérdida de un familiar directo de nuestro director; la muerte imprevista de Marcos Pereyra Furtado, hace unos días no solo nos conmocionó y sorprendió, sino que también nos hace evaluar qué tanto debemos aprovechar las
oportunidades que se nos dan.
Nuestro columnista, Milton Santana, perdió a su madre y pasa por un momento normal de dolor. Desde nuestro lugar saludamos y lamentamos la pérdida de
estas personas allegadas a nuestro medio, solo esperando que puedan encontrar el consuelo que necesitan para superar este difícil momento.
Sobrellevar con la pérdida de un amigo cercano o un familiar podría ser uno de los mayores retos que podemos enfrentar. La muerte de la pareja, un hermano o un padre puede causar un dolor especialmente profundo.
Podemos ver la pérdida como una parte natural de la vida, pero aun así nos pueden embargar el golpe y la confusión, lo que puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión, considerando que la vida puede ser tan dura e imprevista como lo es.
Todos reaccionamos de forma diferente a la muerte y echamos mano de nuestros propios mecanismos de defensa para sobrellevar con el dolor que esta conlleva.
Para sumarle dificultad a la situación, la época en la que estamos viviendo no nos permite ser tan afectivos y atentos, acompañar con ese abrazo o la presencia de uno para apaciguar ese dolor, debemos estar distantes y añorando que nuestra fuerza y plegarias sean suficientes para quien lo necesita.
Si tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros puede superar la pérdida y continuar con nuestras vidas, nos damos cuenta de que los seres humanos, por
naturaleza, tenemos una gran capacidad de resiliencia.
Pero algunas personas lidian con el duelo por más tiempo y se sienten incapaces de llevar a cabo sus actividades cotidianas. Estas personas podrían pasar por
lo que se conoce como duelo complicado y les podría beneficiar la ayuda de un profesional de salud mental calificado, como un psicólogo que se especialice en el duelo.
Hablar sobre la muerte de su ser querido con amigos y colegas para poder comprender qué ha sucedido y recordar a su amigo o familiar. Negarse que ocurrió la muerte lleva al aislamiento fácilmente y puede a la vez frustrar a las personas que forman su red de apoyo.
Es normal sentir tristeza, rabia, frustración y hasta agotamiento. Pero debemos cuidarnos, usted y su familia.
Rememoremos y celebremos la vida de ese ser querido, que ellos permanezcan en nuestros pensamientos y corazones. Y así lograr mantenerlos vivos.