Tras seis años de trabajo la Justicia de Estados Unidos está cerca de poner fin al ‘FIFAgate’, uno de los escándalos de corrupción más grandes del mundo del
deporte y en el que están involucrados importantes dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).
El pasado martes se dio un gran paso en ese sentido, pues el Departamento de Justicia estadounidense indemnizó a la Confederación de Fútbol de la
Asociación del Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf), la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y la propia FIFA con 201 millones de dólares por las pérdidas sufridas en el polémico caso de corrupción.
Destapado en 2015, por vínculos con el FIFAgate fueron imputadas más de 50 personas, de las cuales unas 30 se declararon culpables, al igual que cuatro entidades. Dos sujetos ya tienen condenas: Juan Ángel Napout, expresidente de Conmebol, sentenciado a nueve años de cárcel en 2018, y José María
Marín, expresidente de la Federación Brasileña de fútbol, quien en la misma fecha recibió cuatro años de prisión.
LOS HECHOS
Según narró el periodista Thomas Blanco en El Espectador, «todo empezó el 16 de agosto de 2011 cuando el agente del Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés) Steve Berryman leyó en la agencia de noticias Reuters el siguiente titular: ‘El FBI examina los registros financieros de
los jefes del fútbol’. En el contenido se hablaba de que el exótico, pero renombrado funcionario del fútbol de Estados Unidos, Chuck Blazer, habría recibido
más de 500 mil dólares en pagos sospechosos en un período de 15 años (…) Berryman examinó la declaración de impuestos de Blazer y se encontró con una sorpresa: el dirigente no había hecho declaraciones en los últimos 17 años. La punta de un escándalo sin precedentes.»
Destaca Blanco que Berryman llamó al FBI para unirse a la investigación. Y después de unos días se sumó a «una comitiva que trabajó cuatro años hasta el detonante de lo que, con todo el despliegue mediático mundial posible, se empezó a conocer como el FIFAgate».
Blazer fue importante en las investigaciones, pues tras declararse culpable en secreto en 2013, llevó micrófonos ocultos a las reuniones de la Concacaf.
También ayudaron a la justicia el expresidente de la Asociación Chilena de Fútbol, Sergio Jadue y el expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis
Bedoya, según El Espectador.
El texto recuerda que el 27 de mayo de 2015 en el hotel Baur au Lac, de Zúrich, se reunían los miembros de la FIFA que participarían en las elecciones del ente
rector del fútbol. Pero esa mañana todo cambió cuando el FBI hizo una redada en la que arrestó a dirigentes y empresarios involucrados en el escándalo.
Las acciones no impidieron la reelección de Joseph Blatter como mandamás de la FIFA, pero poco tiempo después fue suspendido y actualmente está
bajo investigación.
Mientras que el más reciente en asumir su responsabilidad fue el expresidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut), Reynaldo Vásquez, que el pasado lunes 23 se declaró culpable del cargo de asociación delictuosa ante la juez federal Pamela Chen de la corte del distrito este de Nueva York.
Vásquez, quien dirigió la Fesfut de 2009 a 2011, fue arrestado a finales de 2015 en su país. El expresidente también estaba acusado de lavado de dinero y
fraude electrónico, pero quedará libre de esos cargos tras un acuerdo firmado con fiscales estadounidenses a cambio de su declaración.
LA SENTENCIA
El martes 24 se supo que el Departamento de Justicia de EEUU aprobó indemnizar a la FIFA con 201 millones de dólares, «por las pérdidas sufridas por la Concacaf, la Conmebol y la propia FIFA como resultado de varias décadas de tramas de corrupción en el fútbol».
La nota destaca que el capital fue sustraído «de las cuentas bancarias de los exfuncionarios involucrados y el dinero se destinará «al recién creado Fondo de
Condonación del Fútbol Mundial», cuyo fin es financiar proyectos relacionados con el fútbol.
«Deseo expresar mi más sincero agradecimiento a las autoridades judiciales de Estados Unidos por el trabajo que han llevado a cabo en estas cuestiones,
por su rapidez y eficacia para llegar a una conclusión y por su confianza en general. La verdad es que, gracias a su intervención en 2015, hemos cambiado radicalmente la FIFA desde la organización tóxica de aquellos días hasta transformarla en un organismo rector mundial sumamente apreciado y digno de toda confianza», apuntó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, citado por la web de su organismo.
El dirigente agradeció que estos fondos «se pongan a disposición de la Fundación FIFA, pues beneficiarán a muchísimas personas en todo el mundo del
fútbol, sobre todo a través de programas destinados a los jóvenes y a las comunidades».
Destaca la web que el dinero se usará para promover el cambio social en todo el mundo a través del fútbol.
«El Fondo, que busca centrarse particularmente en programas juveniles y comunitarios, destinará cantidades específicas a proyectos de la Concacaf y la
Conmebol», resalta el texto y añade que «todos los proyectos serán supervisados de forma rigurosa con auditorías y controles de cumplimiento que garanticen una total transparencia y rendición de cuentas».
Con esta sentencia casi se cierra uno de los capítulos más oscuros de la historia del deporte en general y del fútbol en particular. Pero todavía hay temas
pendientes, pues adjunto a esta trama de corrupción se investiga la adjudicación de las Copas Mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022, cuyas sedes se repartieron de forma arbitraria en una sola jornada, en diciembre de 2010. Pero ya eso es otra investigación y veremos quienes son los implicados. (Sputnik)