La nueva modalidad tendrá sus primeros pasos en Tacuarembó y permitirá detectar en un menor tiempo si el paciente tiene coronavirus
Los pacientes que requieren atención de urgencia, necesitan tener un rápido diagnóstico de covid-19 para que el personal médico conozca si
atiende una persona portadora del virus o no. Las esperas de un test PCR demandan de 12 a 24 horas, por lo que una nueva modalidad de hisopados en la que el resultado estará listo en 60 minutos resulta una buena noticia para esos casos.
Además LAMP (por su sigla en inglés «Amplificación Isotérmica Mediada por Bucle») es la nueva tecnología que tendrá una sensibilidad superior al 80% y una especifidad del 100%.
El nuevo test, desarrollado por el Institut Pasteur y la Universidad de la República, fue presentado este martes en el Hospital de Tacuarembó
que oficiará como prueba piloto para luego extenderla a gran parte de hospitales públicos del país.
La cantidad de estos análisis diagnósticos que se realicen, dependerá de la productividad del Institut Pasteur, desde donde destacan que será
un «impulso», luego de la etapa de investigación que contó con fondos de la propia universidad.
Se trata de una «técnica fantástica» entre el diagnóstico y tratamiento de la patología neuro-quirúrgicas, valoró el director del hospital de Tacuarembó, Ciro Ferreira, en diálogo con El Observador. Esos pacientes son «tiempo-dependientes», y requieren celeridad en el tratamiento. Quienes ingresan con traumatismos
de cráneo o pacientes neuroquirúrgicos, deben ser atendidos en las primeras 4 a 6 horas para que su vida no corra peligro.
«El personal de la salud es el que más está en riesgo y cuando es un paciente grave, no podés esperar a que el test esté al otro día. Tenés que tratarlo ya», advirtió Ferreira. Detectar de forma temprana si se está ante un paciente con covid, evita accionar en vano las herramientas sanitarias más extremas
si finalmente se trataba de una persona que no tenía la enfermedad.
Si es covid positivo, la intervención quirúrgica se realiza de otra manera, y con más cuidados para evitar la propagación del virus. Por ejemplo, en
Tacuarembó el paciente es aislado en un área específica, donde hoy funcionan cinco camas de CTI pero están siendo utilizadas por otros pacientes, hasta en tanto no ingrese un portador del virus a cuidados intensivos.
Si bien la metodología LAMP no tiene tanta sensibilidad como la de un PCR (90% a 95%), es demandado por la rapidez en la que se obtienen resultados.
Los test PCR que utiliza Salud Pública al momento, no tienen los resultados en los tiempos necesarios para un centro de salud.
Ferreira señaló que la sensibilidad de esta modalidad para detectar el virus es «muy alta», superior al 80 %. Además, la especificidad es del 100 %; es decir, no se
confunde su resultado positivo si la persona tiene otra enfermedad.
Ahora significará transformar la técnica y producirla en formato kit para que pueda distribuirse a cualquier laboratorio, sin necesidad de que la realicen los propios científicos del instituto.
Para eso fue fundamental la donación de US$ 2,4 millones por parte del Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), que se utilizó para financiar 100.000 PCR y 100.000 LAMP, en principio.
El plan piloto permitirá hacer una puesta a punto de su funcionamiento, utilizar muestras, compararlas con el tipo de análisis de laboratorios, para luego destinar más recursos, si así el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) lo creen eficiente.
Los nuevos recursos serán destinados a la producción de kits para determinación del covid-19 por PCR y a través de la técnica LAMP, así como
a la adquisición de equipamiento para el Institut Pasteur.
Los científicos confían en que luego haya posibilidad de financiar más kits, porque es una técnica que recién se comienza a producir, indicaron fuentes del instituto.
El aporte que fue aprobado este jueves, es adicional a los US$ 2,7 millones iniciales que fueron donados en abril, momento en que se financió más de 100.000 PCR y test serológicos.
(El Observador)