Fabian Guillama, conductor del programa» Ojo Clínico» de radio Tacuarembó, y relator de fútbol del equipo «Pura Raza Fútbol» reivindica el rol de periodístico en esta emergencia sanitaria.
¿Cómo te ha impactado informar sobre el coronavirus?
—Para informar hay que estar informado, para eso no queda otra que hacerse eco de la información oficial, ya que hay mucha «contaminación» sobre el tema y se puede originar una intoxicación.
¿Qué sensaciones te causa la búsqueda de la información?
Sensaciones raras, ya que no todo es veraz y objetivo, lamentablemente hay demasiadas especulaciones e intereses creados tras esta pandemia
¿Cómo modifica tu trabajo profesional esta situación?
Modifica bastante, no podes tener invitados, hay muchas actividades –casi todas– que no podes realizarlas o debes cambiar la forma de hacerlas; y en el interior hay que usar más el ingenio que la tecnología.
¿Qué importancia consideras que tiene el rol periodístico en este momento?
—Muy importante. Como en todas las cosas del mundo, todos los acontecimientos, el rol de la prensa es fundamental, es el vínculo permanente y más creíble. Por algo presidencia de la republica utiliza una conferencia de presa a diario para brindar información.
¿Qué aprendizaje consideras que te deja a nivel personal, profesional y social?
—El aprendizaje es invaluable por ahora, creo que más adelante cuando esto sea ya historia nos vamos a dar cuenta de la fragilidad que tenemos los seres humanos. Esto ha sido una gran cachetada al ser humano, todos jugamos en primera, todos sabemos de todo, pero cuando la salud no acompaña, se nos viene abajo el mundo, de todas maneras a Tacuarembó no le ha golpeado aun la pandemia, entonces hay personas que lo miran de lejos, pero hay mucha gente que está pasando mal de verdad.
En lo profesional genera un cambio importante, demuestra que hay cosas más importantes que un partido de futbol o una crítica política, y en lo social: somos duros de aprender, pero esto deja un aprendizaje importante,
saber dónde y sobre qué estamos parados, da la sensación que estamos flotando encima de un hielo a la deriva en el mar y que este poco a poco se va derritiendo. Demuestra la inestabilidad que nos genera como sociedad.