Asi lo hizo en la Media Hora Previa del Jueves 20 de Abril el Suplente de Edil Roberto Cáceres.
“El pasado 11 de abril se cumplieron 186 años de uno de los hechos más luctuosos de nuestra historia como República, me refiero a los hechos ocurridos en el potrero de Salsipuedes en 1831. Año a año se desarrollan distintas actividades para recordar estos hechos. En esta oportunidad los actos se desarrollaron el domingo 9 con participación de delegaciones de varios puntos del país. Nosotros como lo hemos hecho en años anteriores concurrimos, en esta ocasión acompañados por el compañero Casco y el compañero Reyes. Una de las actividades realizadas en el lugar consistió en plantar algunas especies de nuestra flora nativa, a nosotros nos tocó plantar una especie de “Timbó”. También se le hizo entrega a la Maestra Directora de la Escuela Nº. 29 de un libro sobre aves nativas del Uruguay, el cual fue donado por esta Junta, agradecemos a la Presidencia de la Junta por el aporte de dicho libro.
Quiero aprovechar la oportunidad para enviar un saludo a doña Hortencia García, bisnieta de Sepé, que el pasado 29 de marzo cumplió 80 años y a don Cristóbal García, tataranieto de Sepé que a sus 91 años mantiene una vitalidad envidiable.
La población de Tacuarembó es la que más ascendencia indígena tiene en todo el país. Desde hace casi tres décadas un pequeño grupo de científicos uruguayos, compuesto por una antropóloga, un médico pediatra y un genetista humano demostró que Uruguay es un país con una población trihibrida. Analizando la presencia de la mancha mongólica, una pigmentación en la región lumbar en los niños al nacer, y los grupos sanguíneos, Mónica Sans, Fernando Mañé Garzón y Renée Kolski, determinaron un porcentaje de mezcla europea, africana e indígena en la población uruguaya. ¿Qué fue lo más interesante de su hallazgo?, resquebrajó la idea de que la de Uruguay era una población trasplantada de Europa con un pequeño aporte africano y demostró que cualquiera de nosotros puede tener un ancestro europeo, indígena o africano. Poco tiempo después, ya utilizando técnicas más sofisticadas se accedió directamente al ADN y se pudo comprobar algo que ya se sospechaba, nuestra población, especialmente la no montevideana, se construyó en forma importante sobre la unión de mujeres indígenas y hombres europeos, es así que el 60% de la población de Tacuarembó tiene un ADN mitocondrial transmitido solo por mujeres a sus hijos indígenas, mientras que únicamente el 2% de los varones tiene un cromosoma Y, trasmitido de padres a hijos varones del mismo origen. Recientemente en el ADN mitocondrial se describió una variante única de Uruguay o sea una variante genética que pertenece a los indígenas uruguayos y lo más interesante es que está presente en los restos de Vaimaca.
En otro orden señora Presidente, el pasado 16 de abril se cumplieron 33 años de la muerte del Dr. Vladimir Roslik. Fue detenido por la dictadura militar el 15 de abril de 1984 en su localidad de residencia, San Javier, y posteriormente trasladado al Batallón de Infantería Nº. 9 donde fue sometido a una brutal tortura que le ocasionó la muerte, este hecho ocurrió a siete meses de las elecciones que marcaban la reapertura democrática del país. Según expresiones recientes del Gral. Mermot durante la dictadura no se realizaron torturas a los detenidos, sí reconoce que hubieron apremios físicos. En la segunda autopsia realizada al cuerpo de Roslik se constató signos directos e indirectos de asfixia, anemia aguda y síndrome asfictivo. El Dr. Jorge Burgel registró
varios signos de violencia: 10 esquimiosis y hematomas en varias en varias partes del cuerpo; desgarro anfractuoso en el hígado; el pulmón izquierdo tenía contenido con similares caracteres microscópicos del contenido gástrico mezclado con agua, múltiples focos petequiales peribronquiales en las mismas zonas; estómago distendido con un contenido de color verde grisáceo, opaco, fluido fétido en una cantidad aproximada a 100 cms., cúbicos”.