Murió en Argentina Bartolomé Luis Mitre, un verdadero símbolo y defensor acérrimo de la libertad de prensa. El pasado miércoles 25 falleció en Buenos Aires
Bartolomé Luis Mitre, un verdadero símbolo y defensor acérrimo de la libertad de prensa. Fue abogado (egresado de la Universidad de Buenos Aires), director del prestigioso diario La Nación, miembro del directorio y presidente de Papel Prensa S.A.
Recibió numerosas distinciones internacionales en reconocimiento a su vasta trayectoria profesional y en mérito a su vocación por establecer vínculos con el mundo.
Asimismo tuvo un rol preponderante en la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), desde donde procuró poner en debate la situación de la libertad de prensa en la región, especialmente teniendo en cuenta lo lesivo de la ausencia de la misma, tal como ocurrió en regímenes autoritarios que aún padece Latinoamérica.
A modo de ejemplo de su compromiso con la causa de la libertad y su lucidez para expresarlo en palabras, en el año 2014, Mitre afirmó: «Ni la democracia ni el Estado de Derecho pueden ser concebibles sin ese valor fundamental que es la libertad de expresión, pilar de todas las otras libertades que enaltecen la condición humana. Razón por la cual he sostenido siempre que sin libertad de prensa no habrá libertad».
A partir de tan profundos conceptos, cabe destacar la importancia de la libertad de expresión para el cabal funcionamiento de una democracia liberal,
ya que la misma constituye un fuerte contrapeso para frenar eventuales excesos y abusos de poder.
Una prensa libre e incisivamente observante de la gestión estatal es de vital relevancia para que los ciudadanos dispongan de la mayor información posible para poder exigir a sus gobernantes un comportamiento decente y respetuoso de la ética pública.
Sin libertad de expresión no es posible la efectiva limitación del poder, siendo la libre circulación de ideas uno de los mejores antídotos contra los impulsos autoritarios.
En Argentina, personas como Bartolomé Mitre vivieron en carne propia los efectos de un gobierno particularmente intolerante con la libertad de expresión, como lo fue el kirchnerismo, que en reiteradas ocasiones arremetió contra diferentes empresas de medios de comunicación y periodistas por ejercer su vocación de informar a la ciudadanía noticias negativas para el gobierno de turno.
Felizmente en Uruguay existe una larga tradición de respeto a la libertad de prensa y expresión del pensamiento, y en democracia no han habido represalias de entidad por publicar información contraria al gobierno de turno. No obstante ello, un mecanismo más sutil queintentó utilizarse para cercenar libertades durante la administración de Frente Amplio, es la vigente Ley N° 19.307, conocida como «Ley de Medios», que en su articulado contiene disposiciones que limitan el contenido a emitir por empresas privadas, estableciendo cuotas y limitaciones a la libertad de empresa de los medios de comunicación.
Dicho texto legal debe ser revisado por el nuevo Parlamento, ya que gradualmente introduce restricciones al pleno ejercicio de la libertad de expresión y sienta un precedente peligroso en la materia.
Si bien la referida ley no llega a las limitaciones establecidas en otros países, debe encender las alarmas para que este tipo de normas lesivas de
las libertades no pasen inadvertidas y la ciudadanía exija su modificación o derogación.
La actual administración encabezada por el presidente Luis Lacalle Pou ha demostrado una impronta de transparencia y relacionamiento fluido con la prensa.
Tal es el caso de las conferencias de prensa diarias para comunicar a la población todas las novedades respecto de la pandemia del coronavirus, habilitando un espacio de preguntas para los periodistas.
Incluso el propio presidente ha celebrado que los periodistas sean incisivos en sus interrogantes, porque tal presión ayuda al gobierno a ejercer mejor su función e informar a los ciudadanos de manera clara.
No en todos los países es frecuente que tanto el presidente como su gabinete ministerial se expongan constantemente a darexplicaciones a la prensa,
lo cual resulta una característica positiva a destacar de nuestra nación. De este modo es esperanzador el panorama en nuestro país, en cuanto al respeto irrestricto a la pluralidad de voces y medios de comunicación, así como la facilidad que poseen los periodistas para acceder a cuestionar a las autoridades de
gobierno.
Es por ello que el deceso de tan importante figura como Bartolomé Luis Mitre, a quien tuve el agrado de conocer personalmente, nos invita a la reflexión sobre la importancia de defender la libertad de expresión, tal como surge de sus propias palabras: «La libertad no es un don gratuito: se debe luchar por ella en
una tarea incesante. La libertad se conquista a diario».
Asimismo nos deja una advertencia de lo que sucede cuando dicha libertad no existe, y por tanto refuerza nuestro compromiso de alzar la voz por quienes están privados de su libertad de expresión en diferentes latitudes.