Tras el anuncio que realizó el gobierno de una serie de medidas para evitar fiestas secretas y evitar así la propagación del coronavirus, el director general de la Salud, Miguel Asqueta, detalló cuáles son los organismos encargados de fiscalizar, por qué se trata de multas «progresivas» y dónde se puede denunciar.
En diálogo con radio Sarandí, Asqueta explicó que además del Ministerio de Salud Pública (MSP), el trabajo de fiscalización se lleva a cabo con las 19
intendencias, el Ministerio del Interior y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU).
«Lo que se hizo una o dos semanas de la Noche de la Nostalgia fue coordinar entre todos los organismos del Estado, a cargo de una reunión del Ministerio de Salud Pública, y proponer que de aquí en adelante hubiera mayor transversalidad y coordinación. La división fiscalización de nuestro ministerio se fortaleció, adoptó algunas pautas y elaboró nuevos protocolos. Está tomando un rol mucho más activo en las competencias», indicó.
Asqueta fue enfático y dijo que quienes comprometan la salud de la población «se les va a caer con el mayor peso de la ley».
De todos modos, aclaró: «Hasta ahora se ha apelado a la responsabilidad individual de las personas como lo dijo el presidente el 13 de marzo cuando comenzó la emergencia sanitaria, pero no es algo de ahora que se controle.
Todos los días hay fiscalizaciones por parte de diferentes organismos del Estado».
Respecto a las multas, , el director general de la Salud indicó que las mismas serán «progresivas» y que estas involucrarán a «aquellas personas que
puedan causar una alteración importante de la epidemia en el país».
«Hay progresividades que van desde el apercibimiento, amonestación, multas de menor entidad y se puede llegar a los montos mayores y la clausura
del local. En ese sentido, quienes fiscalizan tienen muy bien tabulado qué tipo de sanción corresponde», agregó.
«Si tu hacés una fiesta en tu casa, reunís a 8 o 10 personas de tu círculo íntimo, están en el fondo, distanciados, con tapabocas y se lo sacaron solo para comer, eso no es lo que mueve aguja», ejemplificó.
Sin embargo, contó: «Tengo adelante mío los informes epidemiológicos de las últimas semanas. Lo que mueve la aguja son los almuerzos o cenas donde
se juntan 25 en lugares cerrados y donde no usan tapaboca».
Asqueta dijo que «es un riesgo enorme» y reconoció que «probablemente no ocurra en cuanto a fiscalizar». «No hay posibilidad de que el Estado sepa que
una persona en su casa aglomeró a 35 primos. De eso no tenemos posibilidad», añadió.
«Nos preocupa que en casas, lugares pequeños que se alquilan no vayan los primos. Se convocan a 70 u 80 personas, compran alcohol barato y están cinco horas. Eso también son fiestas organizadas», sumó.
El País