Carlos Gardel fue un artista moderno, perfeccionista, exigente consigo mismo, creador e innovador, adelantado varios años a su tiempo. Mérito que se acrecienta sobremanera, si tenemos en cuenta las precarias condiciones técnicas con las que grabó, y el rudimentario sistema publicitario y de marketing de la época.
Interpretó más treinta géneros musicales, y llegó a grabar en cuatro lenguas (además del español): francés, inglés, dialecto
napolitano y hasta guaraní.
Poseía una privilegiada combinación de tórax, laringe y cuerdas vocales, que sólo tuvieron en el siglo XX (además de Gardel) Enrico Caruso, Frank Sinatra y
María Callas.
Grabó cerca de 770 temas, a los cuales, sumándoles las diversas repeticiones que generalmente realizaba de cada uno (demostrando su perfeccionismo),
alcanzan una cifra superior a los 1.400 registros o tomas de sonido, llamadas matrices.
Ese impresionante promedio de grabaciones, equivaldría hoy, aproximadamente, a cuatro CD por año.
Fue el primero en grabar a dúo consigo mismo, en 1933, y el primero en cantar por radio en dúplex, en vivo. Lo hizo desde Estados Unidos, mientras sus
guitarristas lo acompañaban en Buenos Aires. Una hazaña tecnológica y humana, debido al lógico desfasaje de sonido.
GARDEL CANTA CON GARDEL
Carlos Gardel realizó 10 registros discográficos haciendo dúo «consigo mismo» en los estudios Odeón de la ciudad de Buenos Aires. Las sesiones se
realizaron entre el 11 de setiembre y 19 de octubre de 1933.
Esta era una nueva modalidad en boga, que hacía que un artista pudiera cantar consigo mismo. Nadie lo había hecho aún hasta ese momento, cuando Gardel fue el primero en aplicar la metodología de realizar la primera toma como de costumbre, y a continuación, con auriculares puestos, la segunda voz sobregrabada a su propia interpretación anterior. El artista desde sus primeros años cantó a dúo. Relatos de su juventud lo ubican con un tal
Claudio González cantando a dúo por varias zonas del departamento de Tacuarembó. Otros nombres también se conocen como compañeros de canto del
Zorzal. Años más tarde formó otro dúo con Francisco Martino, quien luego formaría un terceto conjuntamente con Gardel y Razzano.
El dúo más importante y famoso fue el que formaron Gardel – Razzano, así se conocía al dueto, nunca en vida de ambos fue conocido, promocionado o
publicitado como el «Morocho» y el «Oriental». Esta denominación fue utilizada varios años después de desaparecido Gardel, para separar las nacionalidades y fundamentar el falso origen francés del cantor.
En resumen, Gardel siempre fue partidario del canto conjunto, de alguna manera estas grabaciones cantando a dueto consigo mismo oficiaba un emocionado tributo a la lejana época entre 1911 y 1925 en que el Zorzal integraba el legendario dueto junto a José Razzano.
El Mago se basaba fundamentalmente en el repertorio de aquella época, salvo algunas pocas excepciones. La nómina completa de temas
grabados fue: Cantar Eterno (1917): Ángel Villoldo. Rumores (1926 y 1933), Medallita de la Suerte (1933) y Jujeña (1921): Gardel y Razzano
Angustias (1933): Horacio Pettorossi Mañanitas de Sol (1932 y 1933): Battistella y Le Pera – Música de Gardel Sanjuanina de mi amor (1919): Ángel Greco y Francisco Martino. Una rosa para mi Rosa (1917): Saúl Salinas La Pastora (1918): Saúl Salinas y José Razzano La Madrugada (1917): Saúl Salinas
El repertorio es cuidadosamente elegido, un homenaje, un recuerdo, un reconocimiento a Razzano, Salinas y Martino (sus primeros compañeros), para
Villoldo (pionero del tango) y las excepciones: temas del último tiempo con trabajos de Pettorossi, Battistella y Alfredo Le Pera.
De ese tiempo, había quedado un registro del Mago sin editar ni publicar: la hermosa tonada Mirala Como se Va (Saúl Salinas), de la cual planeaba realizar un dúo consigo mismo, nunca se llevó a cabo.
Esa versión de la primera voz se lanzaría al mercado comercial ya desaparecido Carlitos.
CANTAR ETERNO: Es una tonada que en su momento tuvo un rotundo éxito, fue una canción insigne para el artista.
La primera grabación registrada por el Dúo Gardel-Razzano corresponde a la canción «Cantar eterno» que ha sido recopilada por Ángel
Villoldo (1861-1919). En este registro como en todos los que interviene el Dúo GardelRazzano, el acompañamiento de guitarras está a cargo de
José Ricardo en los punteos y de ambos cantores en los rasgueos.
«Cantar eterno» es originariamente una tonada chilena del siglo XVIII que también integra el folclore cuyano en Argentina.
Esta canción posee dos títulos y se canta con dos melodías diferentes: una conocida como «Ámame mucho» y otra la grabada por el Dúo Gardel-Razzano titulada «Cantar eterno».
También se entonan otras coplas con estas melodías, una de ellas recopilada por Jorge Urrutia Blondel en «Canciones y Danzas campesinas de Chile»
bajo el título «Cantar eterno».
JORGE URRUTIA BLONDEL nació en el año 1905 y fue uno de los más importantes, compositores y estudiosos de Chile con fuerte carácter nacionalista.
Perfeccionó sus estudios primero en París bajo la guía de Nadia Boulanger (1887-1979) y luego en Berlín con Paul Hindemith (1895-1963). Murió en 1981.
JOSÉ ANDRÉ (1881-1944), en 1915, fundó la Sociedad Nacional de Música. Este importante compositor y crítico musical argentino, que nació y murió
en Buenos Aires, también recopiló esta obra con igual música, pero bajo el título «Ámame mucho». Tanto el chileno como el argentino recopilaron la misma
melodía: el chileno la tituló «Cantar eterno» y el argentino, «Ámame mucho». La otra melodía la recopiló Ángel Villoldo con el mismo título que utilizó el músico chileno: «Cantar eterno».
Una de las letras con que frecuentemente se cantaba la recopilación de Ángel Villoldo hasta bien iniciado el siglo XX, fue recogida por Francisco Martino
y estos versos tienen la particularidad de que podían ser entonados con cualquiera de las dos melodías repitiendo uno de sus versos, el tercero de cada estrofa, y agregando a continuación la expresión «Ay si… Ay no…»: Esta otra versión, titulada «Ámame mucho», en 1922, también fue llevada al disco por el Dúo
Gardel-Razzano según la recopilación que hiciera Francisco Martino.
La aplicación del sistema de restauración de discos ensayado por la Víctor con los de Caruso ha tenido una derivación inesperada y sorprendente. Los
ingenieros de la fábrica Odeón han conseguido que un artista cante de doble de sí mismo, mediante dos grabaciones sucesivas con distintas partes. Más o
menos lo que se hace en el cine, cuando un artista interpreta dos papeles simultáneamente en la misma película. El primer disco hecho en Alemania con este proceso ha sido de Richard Tauber, el tenor más popular de Europa Central. Lo escuchamos en «Plata reluciente», haciendo al mismo tiempo la voz principal y
la secundaria del encantador lied de Melcher, y luego «Quisiera volar mi amor en una sola palabra», otra canción interpretada de maravilla. Técnicamente el truco es irreprochable, y el que no está en el secreto queda admirado al escuchar por partida doble la voz de Tauber, haciendo florituras en acompañamiento de sí misma.
El disco lleva el número 196.213 de la lista Odeón. La fábrica local además de reimprimir esta matriz alemana, ha aplicado el proceso con no menor éxito a
nuestra voz más cotizada, la de Carlos Gardel. Acompañado por sus guitarristas de siempre, el astro se ha acompañado a sí mismo en la vieja e inolvidable
canción de Villoldo «Cantar eterno», y en «Rumores», canción del dúo Gardel-Razzano que años atrás hizo furor. Aquí hay un efecto notabilísimo: Gardel comienza solo y con matemática exactitud su «segunda voz» entra a acompañarlo al empezar el coro principal. SabeOtras imágenes que fueron tomadas para la publicidad de la nueva técnica de grabación de los discos. mos que la fábrica Nacional – Odeón hará seguir a éste disco (N° 18.893) por numerosas
regrabaciones del viejo repertorio de Gardel-Razzano, rehaciendo los discos anteriores a 1927, vale decir a la grabación eléctrica.
El mismo Carlos Gardel menciona al final de la nota: «Las cosas, cuanto más difíciles, mejor… He escuchado los primeros discos y son una maravilla de sincronización…Lo que se relaciona con las voces lo dirá el público…» Esta frase refleja quien era realmente Gardel: Siempre buscando algo nuevo, diferente… y
cuanto más difícil mejor…aunque siempre el manifiesto respeto hacia el público.
Próxima Semana: Gardel inventa el Dúplex en la radio.