La Cámara Uruguaya de Gimnasios y Afines (CUGA) se reunió en el mediodía de este jueves con el coordinador del área de Finanzas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Fernando Blanco, y le solicitaron «un respiro» hasta marzo, cuando confían que la actividad va a volver a estar en un buen nivel. «Hubo
una gran disposición a dar una mano para tomar resoluciones juntos», dijo a El Observador la vicepresidenta de la organización, Lourdes Rapalín, tras el
encuentro.
El gobierno anunció este martes la suspensión de las actividades deportivas en espacios cerrados ante el avance de los casos de coronavirus, lo que generó que se agrave la crisis que los gimnasios, que trabajaban bajo un protocolo sanitario que, entre otras obligaciones, limitaba el aforo de deportistas.
La empresaria comentó que desde el MEF la respuesta fue de que se los «va a apoyar» y «respaldar», pero no detallaron «hasta qué punto».
Rapalín comentó que tendrán que presentar «números» a las autoridades para que conozcan cuánto dinero necesitarán.
Rapalín informó que en la cartera no les dieron una solución definitiva, pero una de las alternativas es que los dueños de los gimnasios puedan acceder a
préstamos flexibles por parte del Banco República, aunque cada caso será estudiado de forma particular. «Algunos necesitarán más y otros menos», explicó.
La CUGA agrupa a unos 500 gimnasios y abarca en total cerca de 30 mil trabajadores.
Esta gremial continuará con las reuniones con las autoridades del Poder Ejecutivo en busca de soluciones. En los próximos días tendrán un encuentro
con el subsecretario del Ministerio de Trabajo, Mario Aritzi. Una de los temas que le planearán es sobre los seguro de paro, que genera «preocupación» en los empresarios.
Buena parte del personal de los gimnasios ya recibió el subsidio de desempleo y completaron los días que les correspondía el beneficio.
Otra de las reuniones que tienen planeadas es con Carmen Sánchez, la presidenta de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE). A su vez, por
sugerencia de Blanco se reunirán con la asociación de inquilinos para poder renegociar los alquileres.
Por ser instituciones deportivas, los gimnasios acceden a algunas exoneraciones y durante la emergencia sanitaria también tuvieron descuentos en los
pagos de UTE y OSE, que pidieron extender. Además, plantearon que el Estado pueda ayudar para una nueva suspensión de los pagos de préstamos
que los gimnasios tienen con instituciones privadas, que en un principio extendieron por 90 días.
Rapalín señaló que los gimnasios atraviesan una situación adversa desde el comienzo de año porque enero y febrero son meses en los que la actividad suele ser baja, y en marzo se produce una reactivación. Pero en este 2020, a las dos semanas del tercer mes surgieron los primeros casos de coronavirus y el parate de las
actividades.
Ahora volverán a estar cerrados hasta el 18 de diciembre y, según explicó, cuando vuelvan a abrir el 21 el movimiento será bajo. «Ya no va nadie al
gimnasio hasta después de reyes», sostuvo.