Como era esperado, las elecciones nacionales de ayer marcaron que el 24 de noviembre habrá una segunda vuelta, en la que se medirán el candidato del Frente Amplio (FA), Daniel Martínez, y su par del Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, con sus respectivas compañeras de fórmula, Graciela Villar y Beatriz Argimón.
El FA alcanzó 39,9%, según los datos de la proyección del escrutinio de la diaria, una cifra que estaba dentro de lo pronosticado por la mayoría de las encuestas. Lo mismo ocurrió con la votación del PN: obtuvo 28,5% de los votos y por lejos fue el partido de oposición más votado, sacando más que el doble de votos que el Partido Colorado (PC). De hecho, la candidatura de Ernesto Talvi llegó, según la proyección de la diaria, a 12%, mientras que el novel Cabildo Abierto (CA), de la mano de la postulación del ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, consiguió 10,7% de los votos.
Este último partido marcó la diferencia en la elección, dado que respecto de la contienda de hace cinco años, los tres partidos más grandes del país perdieron apoyo: el FA consiguió ocho puntos porcentuales menos; el PN, casi dos puntos, y el PC casi un punto porcentual. También el Partido Independiente (PI) y Unidad Popular redujeron su votación, en el primer caso en más de dos puntos porcentuales (pasó de 3% a menos de 1%), mientras que el
partido que postulaba a la presidencia a Gonzalo Abella no alcanzó el punto porcentual que había obtenido en 2014.
Esta votación también alteró la actual composición parlamentaria. De acuerdo a los cálculos de la diaria, el FA perdería un senador y quedaría con 14 miembros en la cámara alta, lo que lo dejaría en minoría incluso si gana el 24 de noviembre y se hace con la vicepresidencia. Mientras, el PN también perdería una (pasaría de diez a nueve), el PC se mantendría en cuatro y CA obtendría tres. El PI también perderá la banca que tenía Pablo Mieres en el Senado.
En la Cámara de Diputados el FA también perdió la mayoría parlamentaria: pasó de tener 50 a 43 representantes. En tanto, los blancos contarían con dos diputados menos (de 32 a 30), los colorados mantendrían a sus 13 representantes y Cabildo Abierto conseguiría 11 legisladores. Además, habría dos diputados para los partidos chicos: en principio, uno para el Partido Ecologista Radical Intransigente y otro para el Partido de la Gente, que postulaba al empresario Edgardo Novick.
INTERNAS
Al cierre de esta edición, y cuando la Corte Electoral llevaba escrutado 70% de los votos, los sublemas más votados al Senado en el FA eran “Más desarrollo con igualdad”, y dentro de este, la dupla José Mujica-Lucía Topolansky (Movimiento de Participación Popular); y “Progresistas”, con las listas encabezadas por Mario Bergara y Enrique Rubio (Vertiente Artiguista), que se disputaban el primer lugar. Por su parte, en el PN, el sublema «Todos hacia adelante” triunfaba cómodamente –liderando la plancha encabezada por Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado–, mientras que en segundo lugar figuraba el sublema Alianza Nacional, encabezado por Jorge Larrañaga, superando por el doble de votos al sublema “Todo por el pueblo”, de Juan Sartori. En el PC, el sublema “Ciudadanos”, de Ernesto Talvi, superaba por poco a “Batllistas unidos”, encabezado por Julio María Sanguinetti.
PLEBISCITO
Por otra parte, la reforma constitucional en materia de seguridad no logró los votos necesarios para ser aprobada. Según los datos primarios de la proyección de escrutinio de la diaria, la iniciativa impulsada por el senador nacionalista Jorge Larrañaga alcanzó 46,8% de los votos, sin superar la barrera de 50% de adhesiones requerida para ser aprobada.
A nivel partidario, la reforma solamente fue impulsada por Alianza Nacional, el sector del senador nacionalista, y ningún candidato decidió darle su apoyo. La semana pasada, el ex presidente Julio María Sanguinetti, líder del sector Batllistas, anunció que daría su respaldo a la iniciativa. Según la proyección del equipo de estadísticos de la diaria, en los circuitos con mayores credenciales nuevas de la muestra –que incluyen no sólo a personas que votaban por primera vez, sino también a otros que habían trasladado sus credenciales– la reforma apenas alcanzó 36%.