Como un integrante más de la población nacional, deseo exponer mi pensar ante una tragicomedia literaria o de otra época, con mentes muy alteradas, al carecer de un adjetivo mejor.
Todo el país está en vilo por la decisión a tomar respecto a un senador electo por el pueblo y sus derivaciones. Todo envuelto en historias inventadas, medias
verdades y otras escondidas. Medio siglo de discordancias con un envoltorio político venido de afuera quien se entronizó en el país. Campo fértil
para las disidencias de otras partes y aprovechadas con fines que nos llevaron a un estado de situación muy lamentable, derivado en un desastre nacional,
porque otro adjetivo queda pequeño.
Se gasta papel, tinta y otros medios de difusión, negocio periodístico, pero, NO bueno para la Nación. La excepción es que se han destapado cloacas y la
gente, si es que piensa, se da cuenta que hemos vivido una triste película cuyo libreto fue creado con fines muy oscuros. Donde, el tiempo transcurrido y el silencio de quienes sabían que las cosas no eran verdad, han intentado tapar el sol con las manos.
La pandemia imprimió cambios urgentes, desperezarse y de manera urgente a pensar en el país del presente, su gente y su inserción al trabajo, en la región y
en el mundo.
No es el continuismo quien nos va a quitar la modorra, sino un país que mire y apunte al futuro. Necesitamos contar con una enseñanza en serio y no quedar
atónitos a lo que hacen en los países del primer mundo, que funcionan o no, el asunto es copiar bien y…hacer. Lo mismo ocurre con el trabajo. Los
cambios que se vienen introduciendo no los vamos a parar nosotros, sino que hay que aprovecharlos y con valor agregado, que las mentes nacionales le pueden dar.
El gran ejemplo lo da la ciencia con sus aportes a la lucha contra el virus. Una realidad que antes no se conocía, pero siempre ha existido, aunque no
apreciada, que aquí sí se puede, si se quiere.
Este ejemplo en el que me detengo pues, no es la política la que mueve a los científicos, sino su fervor nacional y la capacidad que han demostrado al
mundo.
Por lo tanto, existen lugares en este territorio donde la gente se desarrolla y son un ejemplo a seguir. Además, contando con recursos naturales que muchos países considerados adelantados carecen, pero saben aprovechar sus pocas riquezas y más bien sus mentes desarrolladas que les beneficia y les distingue.
Por lo tanto, cerrar las cortinas del teatro y aplaudir a los que progresan y seguir esas líneas de pensamiento y trabajo.
Dr. Carlos Sarroca Solé