El gobierno uruguayo está dando protección y beneficios, mientras la prensa capitalina está prestando más atención, a un ex recluso de Guantánamo que a los propios compatriotas víctimas del tornado que ocurrió en Dolores, cuyo valor humano es miles de veces mayor que el que puede tener este despreciable sujeto, que no respeta ni su propia vida.
El dolor de cabeza que Barack Obama le regaló al Pepe Mujica no termina de causar problemas y buscar cómo puede perjudicar más quienes le han dado hospitalidad, alimento y techo. Y finalmente, luego de sus interminables reclamos, entró en una incomprensible huelga de hambre, buscando morir y responsabilizar al gobierno uruguayo que le ha dado más de lo que merece por su condición y antecedentes.
Seguramente todo esto no es más que una de las cualidades de este bendito gobierno, que castiga con impuestos y presión a los que trabajan y se esfuerzan, que a quienes no hacen nada y solo reclaman, o a las empresas informales que a las que se inscriben y pagan, porque según los inspectores oficiales, evaden o pagan menos de lo que debieran.
¿Cuántos jubilados que han trabajado toda su vida, aportando buena parte de sus escasos salarios, viven debajo del nivel de pobreza y están recibiendo menos que este miserable individuo que nadie sabe por qué estaba preso en EEUU? Por algo sería, porque seguramente no es ningún santo ni tampoco un mártir, aunque ahora quiere al menos llegar a serlo.
Bien dicen que “perro que muerde la mano que lo alimenta no merece vivir”. Pero los médicos uruguayos, por humanidad y ética profesional, están aplicando su protocolo de asistencia para tratar de salvale la vida, aunque en momentos en que recupera el conocimiento se niega a ser asistido, demostrando así que tampoco merece este esfuerzo.
Todos estamos hartos de escuchar en los monótonos informativos capitalinos las “novedades” de esta lamentable secuela, de una de tantas cosas absurdas cometidas por nuestro ex presidente y por tanto traemos este caso a nuestras páginas sólo para dar nuestra opinión sobre un asunto, que molesta y desagrada. Pero ésta será la primera y última vez que tocaremos este tema.