Esta semana dio comienzo otro año legislativo, transcurriendo el tercero desde la última elección departamental.
Edil Tec Agrop. Saulo Diaz (FA –P.S.)
Junto a los compañeros ediles seguiremos trabajando denodadamente junto a los vecinos en pos de lograr cambios profundos para toda la ciudadanía.
Ahora bien, podemos decir con tranquilidad que hemos dedicado tiempo y esfuerzo a lo largo y ancho del departamento -tanto en el campo como en la ciudad- intentando lograr solucionar los problemas e inquietudes de la gente, pero muchas veces vemos que nuestros pequeños aportes son simplemente “una gota en el océano” dado que la política llevada adelante por la Intendencia nada tiene que ver con lo que auguramos los socialistas para nuestro Tacuarembó.
Cuando uno recorre Tacuarembó observa claramente una ciudad “muy bonita” en el centro y alrededores más cercanos, pero cuando avanza lentamente hacia los barrios y el medio rural, ve los mismos problemas que nos cuentan los veteranos que integran nuestras filas desde hace más 45 años.
Como joven en política me toca participar en esta actividad desde hace poco tiempo –poco más de 7 años- pero este breve tiempo me da de sobra para decir con todas las credenciales que desde que iniciéesta tarea de charlar con los vecinos, veo con tristeza que los problemas que surgían hace años siguen siendo por lo menos los mismos y la mayoría se han agravado de manera importante.
Lo anterior no debería de sorprender a nadie, las sucesivas administraciones han profundizado la brecha de los vecinos que viven en los barrios si lo comparamos con los que viven en el centro. Se los ha postergado en obras y en servicios –algunos esenciales- la gente pide a gritos que se le solucionen los mismos problemas que tienen desde hace tiempo a esta parte.
También vemos ansias de recaudación, lo que fue claro cuando la Intendencia dio un corto plazo a todos los vecinos para la rematriculación, siendo que otras intendencias del país manejaron otros lapsos, dando más posibilidades a la gente. Acá se quiso recaudar rápido y pronto y nunca pensaron otras alternativas para que a la gente no le pesara tanto.
La administración les da la espalda a los vecinos y sigue adelante con su “política esteticista” de dejar un “Tacuarembó bonito” pero que cuando “rascas” un poquitito fuera del centro y de las avenidas de ingreso y egreso a la ciudad, ves como los problemas “de piel” de la ciudadanía aún no han sido solucionados y en muchos casos se han profundizado.
En resumen tenemos un Ejecutivo enfrascado en recaudaciones y mejoras superficiales que no le cambian la vida a la gente y por otro ladoun legislativo oficialista por mayorías, que dieron su voto afirmativo al presupuesto quinquenal y por lo tanto volcaron su aval a este proyecto que lleva adelante el PN.
Lo anterior marca un escenario “chato” e insulso y queriendo no ser pesimista veo pocas acciones o líneas que, a corto mediano plazo, le cambien la vida a la gente.
Desde el legislativo, en nuestro carácter de oposición y minoría, en realidad poco podemos aportar para que un proyecto sea “menos malo”, igualmente corriendo el riesgo que se pierda entre el cemento blanco de la calle 25 de mayo.
El panorama no es claro ni auspicioso como quisiéramos, no obstante trabajaremos fuertemente junto a la gente, para que los tacuaremboenses vivan mejor.