En las últimas semanas Israel ha sufrido una misteriosa explosión en un barco de carga en el Golfo de Omán y también el peor desastre ecológico de su historia reciente con un masivo derramamiento de aceite en toda su costa Mediterránea. Miembros del gobierno israelí señalan al mismo culpable: Irán.Por qué
es importante:
· El primer ministro Netanyahu, aseguró que Irán estaba detrás de la explosión del barco Helios Ray.
·La ministra de Medio Ambiente, Guila Gamliel, señaló a la República islámica como la culpable del desastre ecológico causado por el aceite desparramado a lo largo de toda la costa mediterránea israelí.
· El ataque al navío sigue el modus operandi iraní, comprobado en ataques previos, y también satisface sus intereses nacionales: una explosión justo por encima de la línea de flotación con una mina de lapa. Lo suficientemente potente como para dañar el casco del barco, pero sin hundirlo, para evitar una escalada bélica,
y mandar una clara señal de desestabilización.
Por qué ahora:
Teherán necesita responder a una serie de golpes sufridos en los últimos tiempos: varias explosiones en su territorio, incluida una en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, la muerte del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh en noviembre de 2020 supuestamente ametrallado de modo remoto, ambos ataques atribuidos a Israel. Las agresiones con minas de lapa son muy difíciles de atribuir, y esa ambigüedad sirve a los intereses de Irán, porque logran sus objetivos de desestabilización sin exponerse ni crear un conflicto más serio en el que muy posiblemente saldrían perdiendo.
Los expertos cada vez están más de acuerdo en que la estrategia de seguridad nacional del país persa es la de la zona gris: ataques que niegan, explosivos fáciles de conseguir y difíciles de trazar y guerra asimétrica naval.
Pero Irán no es solo enemigo de Israel, sino que es un factor amenazante para toda la región: desde el comienzo de la República islámica, además de atentar a través de sus proxis, como Hezbolá, en diferentes localidades del mundo intereses israelíes y judíos, ha estado creando inestabilidad en la ruta marítima vital
que es el estrecho de Ormuz, amenazando el flujo de petróleo de Arabia Saudí, Emiratos Árabe Unidos, Kuwait e Iraq.
No es descabellado que el incidente del barco israelí en el Golfo de Omán fuera parte de esta guerra asimétrica. Así como el reciente desparrame de aceite frente a las costas mediterráneas