Nos desespera esperar y el tiempo es sólo una ilusión.
Escribe: Jorge Carozo
Pasa muy rápido cuando estamos en una situación confortable en la que nos sentimos a gusto y parece que se detiene cuando estamos en la espera de una noticia importante. Cuando sufrimos, el tiempo se hace infinitamente largo.
Nos cuesta dejar que las cosas pasen a su ritmo y sobre todo nos cuesta estar tranquilos en esa espera. Movilizamos nuestra inquietud para evitar entrar en contacto con nuestros sentimientos de incertidumbre, angustia o miedo.
Vivimos en una época en que la prisa es la que domina, el pensamiento da lugar a la impaciencia, que es característica de las personas que tienen baja tolerancia al fracaso.
Este ritmo acelerado de vida nos impone la presión de que todo se tiene que hacer de una manera acelerada,lo que nos conduce a tener comportamientos impulsivos que nos llevan al estrés y la ansiedad.
Las personas que tienen este estilo de pensamiento buscan tener el control de todas las cosas y pretenden ir un paso adelante. Tienen una sensación de presión y cansancio que les hace tomar decisiones precipitadas, sin tiempo para planificar y prever. La cultura de la inmediatez nos lleva a una actividad frenética que puede terminar afectando nuestra salud física y emocional y nos lleva a hacer y a conseguir lo que creemos indispensable, sin dejarnos tiempo para ser nosotros mismos.
Detrás de la impaciencia está la baja tolerancia aldesengaño interpretando las situaciones de una forma distorsionada, viendo sólo los aspectos negativos. Las personas con baja tolerancia a la frustración, siguen manteniendo un modo inmaduro de ver las cosas, tal y como hacían en la infancia. Suelen confundir sus deseos con sus necesidades ycualquier demora o dificultad resulta insoportable.
Las prisas no son buenas consejeras y a menudo no nos damos tiempo para vivir e integrar la gran cantidad de experiencias que acumulamos cada día.Nos perdemos mucho, por eso es necesario que nos cuestionemos nuestra necesidad de tenerlo todo y tenerlo ya. ¿Realmente es una necesidad?
Cada momento es único, está completo en sí mismo, así que por mucho que queramos correr, lo que sea que esperamos no llegará antes. Lo cierto que es que la prisa y la impaciencia no sirven de nada, porque las cosas seguirán yendo a su ritmo, ni se retrasarán cuando no queremos que lleguen ni se adelantarán cuando lo estemos deseando.
Buena parte de nuestra vida la pasamos esperando más que viviendo yesa impaciencia hace que estemos en contra del tiempo de espera, porque le damos el poder a nuestros nervios. Dejamos que sean ellos los que dominen la situación y tomen el control,pero esto no tiene por qué ser así si nos proponemos un cambio de actitud.
Aunque a veces nos cuesta creerlo, podemos elegir estar tranquilos o ponernos nerviosos, ir despacio o siempre corriendo, esperar en la calma o ponernos desquiciados. Quizá hemos aprendido estilos de respuesta y respondemos automáticamente, sin ser conscientes de que estar de una u otra forma es una decisión que podemos elegir.
Es conveniente que entendamos que todos los procesos de nuestra vida tienen un tiempo particular y que todo lo que necesitamos para vivirlos está en ese preciso momento y en ese preciso lugar. Lo más valioso es nuestro tiempo, porque es irrepetible y una vez pasado, no hay vuelta atrás.