Leyes como la de educación que aboga por la supresión de derechos fundamentales de los padres.
Leyes como la de educación que supone ignorar el derecho de los ciudadanos a establecer centros de enseñanza con su propio ideario y su respectivo proyecto educativo.
Leyes como la de educación que discrimina de manera ignominiosa a los niños disminuidos condenándoles a vegetar en aulas en las que han de convivir
en inferioridad manifiesta.
Leyes como la de la eutanasia que supone un atentado abyecto contra la vida y una flagrante falta de justicia, de respeto y de solidaridad para con
los mayores en situaciones precarias.
Leyes que permiten que menores puedan abortar, sin que siquiera sus padres tengan conocimiento del hecho, cuando a esas adolescentes se les exige la autorización paterna para perforarse el lóbulo de una oreja.
Leyes que cercenan la vida del concebido y lo hacen con la misma borreguil adhesión con la que defienden, pretendidamente, la vida del toro de lidia o ponen el grito en el cielo por la muerte de un perro.
Leyes aprobadas por el voto de diputados infames que dejan -suponiendo que los tengan- sus planteamientos personales, éticos, ideológicos y hasta
morales, en la puerta de la Carrera de San Jerónimo y arteramente se escudan en la lealtad a su partido, mientras pisotean sus propias lealtades si es que no carecen de ellas.
Diputados infames que por ende y desde un punto de vista político, votan sabiendo que gran parte de lo que votan, es claramente anticonstitucional.
Diputados infames a los que quizás vaya siendo hora de desenmascarar…
Además de pagarles el sueldo que, para muchos, es de lo que se trata.
Jesús Domingo Martínez DNI: 71246596 C/ Riu Freser, 18, 3er, 3ª. 17003 Girona – España