El operativo policial del domingo 1° de noviembre en la Plaza Seregni generó distintos cruces entre el oficialismo y la oposición acerca de la
intervención de los uniformados y abrió un debate sobre cuántas personas generan una aglomeración en un espacio al aire libre
Tras los incidentes, las autoridades del Ministerio del Interior aseguraron que «no existe una objetividad o un número» que defina lo que se entiende
por aglomeración al tiempo que el coordinador del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), Rafael Radi, explicó este jueves que es muy difícil
definir un número exacto porque inciden distintas variables para medir el nivel de riesgo.
«Acá hay que pensar en gestión del riesgo. Hay situaciones de bajo riesgo, otras de alto y otras de mediano riesgo. Hay un conjunto de variables que tienen que ser incorporadas al número (de personas): distancia, tiempo, espacio abierto o cerrado, tipo de actividad», explicó Radi en conferencia de prensa.
Los lugares abiertos, las interacciones de poco tiempo y mantenimiento de la distancia son factores que reducen el riesgo, explicó Radi, que no se refirió en ningún caso a lo sucedido el domingo.
Según explicaron los expertos, uno de los principales problemas de las grandes concentraciones de gente es que si hay un infectado crecen los contactos y el rastreo se complejiza.
«Es un tema de niveles de riesgo. Nosotros no hemos querido dar números exactos, en general la literatura internacional evita dar números exactos», insistió Radi. El científico sí destacó que desde su punto de vista la forma de logar «el éxito» con la población es mediante «las normas de
convivencia social» y «mucho entendimiento».
El doctor en Medicina y Ciencias Biológicas, junto con los otros líderes del GACH Fernando Paganini y Henry Cohen, dieron una nueva conferencia de prensa para actualizar la situación de la pandemia en Uruguay y brindaron algunas recomendaciones de cara al verano.
El coordinador del grupo reconoció que tienen «números en la cabeza» para una reunión familiar por ejemplo. Habló de 10 o 12 personas, de tres o
cuatro núcleos familiares cercanos. En ese caso, explicó, es mucho más fácil realizar el rastreo.
«Otra cosa es una manifestación masiva donde no se cumplen las medidas de distanciamiento. Los espacios abiertos son de baja posibilidad de contagio pero no indica que sea nulo», apuntó.
En ese sentido, tanto Radi como Henry Cohen insistieron en la necesidad de «protocolizar las actividades». «Quedó demostrado que las actividades que están protocolizados, y los protocolos se cumplen, no nos han generado dolores de cabeza», apuntó Cohen.
Público en el deporte Otro de los temas consultados a los asesores del gobierno durante la conferencia de prensa fue la posible vuelta del
público a los espectáculos deportivos. Si bien Cohen aseguró que existe un protocolo aprobado para que progresivamente vuelva la gente en el
fútbol del interior, el médico fue cauto y advirtió que en el caso de los deportes la ciudadanía se comparta de manera más pasional y eso puede
complejizar los contactos ocurridos en ese ámbito.
«Gritamos, nos abrazamos con el de al lado cuando ni siquiera lo conocemos. Tenemos que tener mucho cuidado con eso y acuérdense de lo que ya dijo muchas veces el profesor Radi, tenemos que ir de a poco», señaló.
Radi agregó que «es muy difícil que todo vaya en paralelo» y señaló la necesidad de trabajar de forma progresiva. El coordinador del GACH destacó esto cuando le consultaron los motivos de por qué fueron habilitados espectáculos artísticos en lugares como el Antel Arena con público
mientras que el basquetbol se juega en el mismo lugar y es cerrado para los hinchas.
Carnaval El carnaval todavía no ha sido analizado por el grupo de expertos que asesoran al gobierno. Ahora el foco está puesto en diciembre y enero
y las celebraciones y movimiento de gente que eso implica. Sin embargo, los científicos dieron algunas pistas sobre lo que puede suceder con el público en
el evento que caracteriza todos los febreros. Radi explicó que hay un «elemento central» que es saber cuál es el nivel de circulación viral previo al comienzo del
evento. «Una cosa es la situación de hoy, otra puede ser a fin de enero», aseguró.
«Si llegamos en mejores condiciones al verano son más factibles este tipo de actividades», agregó y explicó que es necesario ser «muy creativos» para pensar
escenarios en los que el contacto entre personas sea bajo. «Son actividades que llevan tiempo, que generan canto, que son de riesgo y hay que
ver como se gestiona», dijo.
El matemático Fernando Paganini también se refirió al tema y adelantó que «la temporada de fiestas y la primera quincena de enero» va a tener impacto en la situación del virus en el país y, por lo tanto, «no sería responsable tomar una decisión sobre carnaval hoy». (El Observador)