La uva es un fruto de la vida, de forma redonda, pequeña y jugosa, que crece formando racimos: de unos pocos, hasta más de cien frutos agrupados. De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), existen unas tres mil variedades, que se pueden clasificar en dos grandes grupos: uvas de mesa, que se consumen frescas o como uvas pasas; y uvas viníferas, algo más ácidas que las anteriores.
En general, su aporte en hidratos de carbono es mayor que en otras frutas. Por eso, proporcionan mucha energía. Son hidratos de carbono de fácil asimilación como la glucosa, la fructosa, sacarosa, dextrosa y levulosa. Además, las uvas son ricas en compuestos fenólicos, destacando los estilbenos (resveratrol) y los flavonoides.
Ahora, un nuevo estudio clínico, ha descubierto que el consumo de uvas aumenta significativamente la diversidad de bacterias en el intestino, lo que se considera esencial para la buena salud en general. Además, su ingesta reduce significativamente los niveles de colesterol y los ácidos biliares, que desempeñan un papel integral en el metabolismo del colesterol.
Los resultados, publicados en la revista científica Nutrients, sugieren un nuevo y prometedor papel de las uvas en la salud intestinal y refuerzan los beneficios de esta fruta en la salud del corazón.
En el estudio de intervención, realizado en la Universidad de California (Estados Unidos) y dirigido por el investigador principal, el doctor Zhaoping Li, los sujetos sanos consumieron el equivalente a 1,5 tazas de uvas al día durante cuatro semanas junto con una dieta baja en fibra/baja en polifenoles durante todo el estudio.
Según recoge Europa Press, tras cuatro semanas de consumo de uvas, se produjo un aumento de la diversidad microbiana, medida por el índice de Shannon, una herramienta comúnmente utilizada para medir la diversidad de las especies.
Entre las bacterias beneficiosas que aumentaron estaba la ‘Akkermansia’, una bacteria de gran interés por su efecto beneficioso en el metabolismo de la glucosa y los lípidos, así como en la integridad del revestimiento intestinal.
Además, se observó una disminución de los colesteroles en sangre, incluido el colesterol total en un 6,1 % y el colesterol LDL en un 5,9 %. Los ácidos biliares, que están relacionados con el metabolismo del colesterol, disminuyeron en un 40,9 %.
«Descubrimos que las uvas tienen un efecto beneficioso sobre las bacterias intestinales, lo cual es una gran noticia, ya que un intestino sano es fundamental para la buena salud», explica Li.
El investigador principal cree que «este estudio profundiza en nuestros conocimientos y amplía el abanico de beneficios para la salud de las uvas, al tiempo que refuerza los beneficios para la salud del corazón de las uvas con la reducción del colesterol».
Fuente: Mundo Deportivo