El 5 de marzo de 1946, el británico Winston Churchill pronunció en Fulton, Missouri, uno de sus más famosos discursos que dio inicio a la Guerra Fría y dividió el planeta en dos bloques.
Churchill, que fue primer ministro del Reino Unido durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial, declaró en presencia del presidente estadounidense Harry Truman que «desde Stettin, en el Báltico, a Trieste, en el Adriático, ha caído sobre el continente un telón de acero» y acusó a la Unión
Soviética de lanzar por doquier un desafío a la civilización occidental con sus quintas columnas comunistas.
La expresión «telón de acero», a la que ya recurriera antes la propaganda nazi, pero que ese momento el gran público desconocía, estaba destinada a convertirse en el símbolo del enfrentamiento entre los países occidentales, liderados por EEUU, y los estados del pacto de Varsovia, encabezados por la URSS,
que duraría hasta finales de los años 80.
GUERRA FRÍA ORWELLIANA
Mientras, la expresión «guerra fría», que se refiere a un conflicto latente que nunca llega a un enfrentamiento directo entre las principales potencias, fue utilizada por primera vez por el escritor británico George Orwell en su artículo «La bomba atómica y tú» publicado por Tribune el 19 de octubre de 1945.
Orwell auguró que las armas nucleares provocarían el surgimiento de dos o tres «superestados monstruosos» que se dividirían el globo gracias a un pacto de no recurrir a este armamento, pero que permanecerían en una «guerra fría».
El 16 de abril de 1947 la expresión «guerra fría» por primera vez fue utilizada por un político, el asesor de Truman, Bernand Baruch, en un discurso pronunciado ante los legisladores de Carolina del Sur.
DEFENSA COLECTIVA
Sin embargo, la Guerra Fría no empezó en un día, ni por unos cuantos discursos.
Tras la Segunda Guerra Mundial las contradicciones entre los aliados se agudizaban cada vez más, provocando nuevas grietas
en las relaciones.
El 12 de marzo de 1947 el presidente Truman proclamó una doctrina abiertamente anticomunista que llevaría su nombre y que tenía como objetivo contrarrestar la creciente influencia soviética para lograr el predominio de EEUU en la política internacional.
El 4 de abril de 1949, Bélgica, Canadá, Dinamarca, EEUU, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y el Reino Unido firmaron el Tratado del Atlántico Norte, basado en el principio de la defensa colectiva.
Este mismo año, la división de Alemania, que se saldó con la creación de dos estados alemanes, agravó aún más las tensiones en Europa.
Unos años más tarde, el 14 de mayo de 1955, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, Rumanía, República Democrática Alemana (RDA) y
la URSS suscribieron en la capital polaca el Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua, que reproducía el mismo principio de defensa colectiva.
Así nacieron las dos organizaciones de la confrontación, la OTAN y el Pacto de Varsovia.
LAS MAYORES CRISIS
El 13 de agosto de 1961 «por recomendación de una reunión de secretarios de partidos comunistas y obreros de los países del Pacto de Varsovia» el Gobierno de la RDA selló la frontera con Berlín Occidental y comenzó la construcción del Muro de Berlín, la materialización del telón de acero de Churchill, que en los casi 30 años de su existencia se cobró la vida de al menos 140 personas.
El año siguiente, 1962, fue marcado por la Crisis de los Misiles de Cuba cuando el descubrimiento por parte de EEUU de los misiles balísticos de corto
y mediano alcance que la URSS poco tiempo antes había emplazado en el territorio cubano, puso al mundo al borde de un conflicto nuclear.
A la vez, fue la Crisis de los Misiles la que hizo entender a los dirigentes soviéticos y estadounidenses la fragilidad de la paz y los riesgos que representaba
cualquier aumento de tensiones.
Además, la paridad en las armas nucleares que logró Moscú garantizaba la destrucción recíproca de los dos estados en caso de un conflicto.
Todo esto, sumado a las dificultades de EEUU en la guerra con Vietnam y los esfuerzos de mediación de algunos países europeos, hizo que las dos superpotencias optaran por una política de distensión.
DISTENSIÓN PAULATINA
Desde 1968, EEUU y la URSS firmaron numerosos tratados que limitaban sus arsenales nucleares y de sistemas antimisiles, mientras que los países de los dos bloques intensificaron su cooperación comercial, técnica y científica.
El reconocimiento en 1970 por ambas partes de la frontera entre Alemania y Polonia que se demarcó tras la Segunda Guerra Mundial y la que separaba
las dos Alemanias, contribuyó aún más a la distensión.
En mayo de 1972, durante la primera visita de la postguerra de un presidente de EEUU a la URSS, los líderes de ambos países, Richard Nixon y Leonid
Brezhnev, firmaron un documento titulado Los Fundamentos de las Relaciones entre la URSS y EEUU, que establecía 12 principios de la convivencia, en particular la igualdad y la no intervención en los asuntos de cada uno.
A nivel global, la política de distensión quedó plasmada en el Acta final de la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en Europa firmada en Helsinki
el 1 de agosto de 1975 por los líderes de 33 países europeos, Canadá y EEUU.
OTRO CICLO MÁS
Sin embargo, la entrada de las tropas soviéticas en Afganistán en diciembre de 1979 reactivó de nuevo la Guerra Fría.
En respuesta, EEUU y sus aliados boicotearon los XXII Juegos Olímpicos de verano que se celebraron en Moscú en 1980.
Además, la administración del presidente estadounidense Ronald Reagan, elegido en 1981, desarrolló la llamada Iniciativa de Defensa Estratégica que tenía como objetivo aniquilar la paridad nuclear y debilitar la economía soviética, ya en crisis, con una nueva carrera armamentística.
EL FIN DE LA GUERRA
La llegada al poder en la URSS de Mijaíl Gorbachov en 1985 permitió volver a una política de búsqueda de compromisos y acuerdos ante todo en las
cuestiones de desarme, lo que transformó radicalmente las relaciones bilaterales y la situación global.
Las revoluciones pacíficas que empezaron en los países de Europa del Este a finales de la década de 1980 acabaron con los regímenes comunistas y culminaron el 9 de noviembre de 1989 con la caída del Muro de Berlín.
El fin de la Guerra Fría fue proclamado oficialmente en la Carta de París, elaborada en la cumbre de la Conferencia sobre la Seguridad y Cooperación en
Europa (CSCE) que se celebró del 19 al 21 de noviembre de 1990, y en una declaración conjunta de Federación Rusa y EEUU suscrita por los presidentes Borís Yeltsin y Bill Clinton el 1 de febrero de 1992.
(Sputnik)