Desde que se declaró la emergencia sanitaria en nuestro país, el impacto en la economía se ha sentido en el ámbito comercial, en casi todos
los rubros, incluso se han vivido situaciones complejas.
Consecuencia del impacto que la pandemia de Covid-19, con las medidas de prevención asumidas en el país para evitar su expansión, ha sido el
envío al seguro de paro de trabajadores, el despido, y el cierre de comercios y empresas.
En Tacuarembó los números de los meses marzo, abril y mayo son los siguientes: Solicitudes de suspensión laboral – 1.294 Despidos – 152 Reducción laboral – 1229 En total las personas que han visto afectado su trabajo son 2.675 En el cuadro que acompaña esta nota, compartimos los datos a nivel nacional, departamento por departamento El Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, en declaraciones a Radio Sarandí reconoció que »tenemos datos que rompen los ojos. El Uruguay tuvo en abril 200.000 personas que cobraron subsidio por seguro de paro; se cuadruplicaron los subsidios por seguro de paro,
la reactivación está demostrando ser lenta, con una dificultad notoria y, además, en algunos casos es una reactivación que no permite el funcionamiento total». Y señaló como ejemplo a los bares, que se les permitió reanudar su actividad, pero con algunas excepciones.
«Sabemos que la prioridad es el mantenimiento de los puestos de trabajo», afirmó. »El Gobierno está de acuerdo en instalar un diálogo social por el empleo, que es una reivindicación que planteaba el PIT-CNT y que nosotros compartimos. Es el momento de presentar al Consejo Superior Tripartito, después de resolver el tema del período puente desde el punto de vista salarial, qué medidas podemos impulsar para recuperar el empleo.»
El jerarca hizo referencia a la reforma de la seguridad social: «Las reformas de la seguridad social hay que hacerlas con urgencia, porque además sus efectos recién van ocurriendo en el transcurrir de décadas. Y el otro problema que tienen es que son reformas que no generan beneficios inmediatos desde el punto de vista político.
Los desafíos de una reforma de la seguridad social no son fantásticos desde el punto de vista electoral. Por eso hay que actuar con celeridad.
Hay una ventaja que es que todo el sistema político tiene plena conciencia de que hay que reformar la seguridad social».