En los últimos días la Mutual ha presionado para que los jugadores vuelvan a los entrenamientos, manteniendo contactos con el Ministerio de Salud Pública, intentando cumplir las medidas sanitarias en el retorno a los trabajos.
La aspiración del gremio de los futbolistas es que los equipos retomen los entrenamientos, realizando los movimientos en grupos reducidos, que mantendrían las distancias aconsejadas.
Naturalmente que la directiva de la Mutual aspira que sus asociados se encuentren entrenando, procurando que los futbolistas perciban la totalidad de sus respectivos salarios.
Esta postura no es vista con buenos ojos por los dirigentes de las instituciones, ya que los representantes clubistas entienden que la vuelta al trabajo debe realizarse un mes antes de que se reinicie la actividad, siendo sumamente factible que el fútbol profesional uruguayo no regrese hasta el mes de agosto.
Las comisiones de los distintos clubes pretenden no realizar una preparación mayor a treinta días, buscando no generar mayores gastos. A su vez el Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) respalda la determinación de los directivos de las instituciones, dado que los Neutrales pretenden seguir las recomendaciones de los principales de la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA), quienes sostuvieron que el balompié volverá cuando la salud de los jugadores no corra el más mínimo riesgo.
Los dirigentes de AUF a su vez recibirán desde FIFA un millón de dólares, teniendo planificado volcar dicho dinero aquellos funcionarios del fútbol que no pudieron ser enviados al seguro de paro por no cumplir la
antigüedad necesaria, o en su defecto perciben muy poca plata por el subsidio de desempleo.
Al mismo tiempo el presidente de la AUF, Ignacio Alonso, declaró públicamente que su principal cometido es que todos los actores de nuestro fútbol tengan algo de dinero en su bolsillo durante esta emergencia sanitaria,
siendo totalmente secundario el retorno de la competencia.