El equipo de Castelli comienza preparar nuevamente el partido suspendido ante Canadian.
Escribe: Alvaro Gil
Finalmente el pasado sábado Tacuarembó no enfrentó a Canadian, debido a que en la noche del viernes falleció un hincha de Peñarol, Hernán Fiorito, quien en la madrugada del 28 de septiembre había sido baleado por parciales que llevaban los colores de Nacional, cuando varios simpatizantes aurinegros celebraban el cumpleaños de su club en una plaza de Santa Lucía.
Ante esta situación el ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol decidió postergar toda la actividad que estaba prevista para el este fin de semana tanto de primera como de segunda división, además de los encuentros de juveniles.
La directiva del elenco tacuaremboense no tuvo ningún perjuicio económico ante esta postergación, dado que la delegación roja y blanca iba a partir hacia Sarandí Grande en la mañana del sábado, no habiendo llegado a emprender el viaje.
Que Tacuarembó no haya jugado es un tema absolutamente menor, dado que el fútbol de nuestro país vive una crisis violenta alarmante, siendo este año el que más incidentes ha tenido hasta el momento. Lamentablemente la muerte de Fiorito es una más que se da en el balompié uruguayo, habiendo sido una de las primeras víctimas un hincha de Nacional en 1994, Diego Posadas, quien fue asesinado con un arma blanca a pocos metros de la tribuna Colombes en lo previo a un partido clásico.
Luego del fallecimiento de Posadas los encargados de la seguridad en los espectáculos futbolísticos implementaron a lo largo de los años distintos dispositivos, los cuales no solamente no dieron resultados, sino que también la violencia se fue agravando cada vez más.
A su vez los dirigentes de los equipos grandes le fueron dando poder a los barras bravas, brindándoles entradas para los distintos encuentros, dinero para los viajes al exterior, entendiendo que de esa manera los mismos podrían ayudar con su aliento a que el club lograra buenos resultados deportivos, intentando al mismo tiempo que los jefes de la barracontrolaranel orden en las tribunas populares. La situación hace unos años hasta fue avalada por el Ministerio del Interior, no habiendo traído ninguna solución importante, generándole al mismo tiempo mucha fuerza a los delincuentes, llevando a que a ambas directivas ya ni siquiera pueden controlar mínimamente a sus hinchas violentos.
En esta semana habrá varias reuniones entre los dirigentes y los representantes del Ministerio del Interior, en la cuales esperemos que se tomen medidas drásticas como bien puede ser comenzar a implementar el derecho de admisión, pues de esta forma nuestro querido fútbol no puede continuar.