El premio Nóbel de Economía Joseph Stiglitz junto a expertos de organismos regionales e internacionales analizron desde las 12 del mediodía de Uruguay las repercusiones generadas por la crisis producida por la pandemia del coronavirus y dan sus proyecciones para el futuro cercano
en la región.
«Claves para repensar el presente y el futuro de América Latina», se titula la conferencia organizada por Banco de Desarrollo de América Latina – CAF en celebración de su 50 aniversario y que reúne a líderes que desde sus respectivos roles han tenido un papel fundamental en la respuesta a la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
Stiglitz presenta sus proyecciones junto a un panel de expertos regionales integrado por Luis Carranza, presidente Ejecutivo de CAF, Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Enrique Iglesias, ex Secretario General Iberoamericano y Expresidente del BID y Ángel Gurría, secretario General de la OCDE Dentro de la charla hubo análisis de las estrategias abordadas por los diferentes gobiernos latinoamericanos para minimizar los efectos generados por la pandemia.
«Las repercusiones generadas por esta crisis nos obligan a repensar el presente y el futuro cercano de nuestra región, respondiendo a la urgencia, pero sin perder de vista lo construido en miras de cumplir los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», sostiene el Banco de Desarrollo de
América Latina. «Los bancos de desarrollo eran observados con cierto escepticismo», comenzó diciendo Joseph Stiglitz al hacer referencia a sus inicios en el Banco Mundial, hace 25 años.
La perspectiva que se tenía en aquel entonces era, «dejemos que el mercado arregle las cosas». Ahora, explicó, «podemos ver cuáles son los límites del
mercado».
Según Stiglitz existe la necesidad de «política industrial» y que el Banco Mundial reconoce esta necesidad. Esta política «es la que aborda la amplia gama de las siempre presentes fallas del mercado».
El segundo ejemplo, explicó el nobel de Economía, de los límites del mercado es el «derrame sobre el desarrollo». Por ejemplo, «el desarrollo de Internet, respaldado por Estados Unidos, ha facilitado un cambio técnico a partir del cual todos nos hemos beneficiado», agregó. «No habríamos podido responder a la crisis del COVID-19 en la manera que se ha respondido, de no haber podido contar con estos avances», dijo Stiglitz.
Una tercera área, informó, tiene que ver con ladistribución, manifestó el orador. «La pandemia ha transmitido el mensaje de la inequidad y desigualdad. Esta enfermedad no genera oportunidades iguales; es injusta con quien tiene condiciones preexistentes, en quienes están más expuestos, acá vemos que hay una abrumadora diferencia (…)», expresó.
El profesor de la Universidad de Columbia, dijo además que «lo que debemos conocer el nivel y el diseño de las inversiones. Se ha distorsionado el mercado tan terriblemente. Esto configura los problemas en las estrategias de desarrollo y el motivo por el cual los gobiernos tiene un papel tan importante que jugar. Pero la finanza privada está en el centro de muchas de estas distorsiones del mercado».
El desafío no es solo «que los mercados privados han avanzado muypoco en ciertas áreas, sino que han avanzado demasiado en otras. De alguna manera, a los países los han dejado endeudados y cuando esto sucede está la crisis con las deudas; y el sector privado trata de estrangular a los países de modo irracional. No solo es inhumano sino que socava la recuperación que puede llegar a obtenerse», agregó el premio nobel.
«Ahora entendemos cuáles son los principios de la sustentablidad, ahora entendemos cuáles son los límites de la restructuración de la deuda, cómo se la debe encarar, pero, lamentablemente, el sector privado, que es corto de vista, no acompaña estas movidas», enfatizó Stiglitz.
Luis Carranza, por su parte, apuntó que «como región tenemos un problema de productividad y tenemos problemas de brechas de infraestructuras, de bajos niveles de integración que no hemos resuelto y seguimos siendo la región más desigual del mundo». No obstante, el presidente ejecutivo del CAF dijo que en las últimas dos décadas «hemos tenido avances importantes, especialmente en indicadores sociales; desgraciadamente muchos de estos avances están en
riesgo en la actual crisis que vivimos».
Alicia Bárcena dijo que «no queremos otra década perdida (…) lo que estamos enfrentando hoy es décadas, décadas de privatización y mercantilización por ejemplo de los servicios de salud de nuestra región. No sabemos qué va a pasar. Tenemos grandes brechas estructurales que venimos arrastrando». También manifestó que la región puede salir de esta crisis «más endeudada, más hambrienta y con alto desempleo y, sobre todo, enojada». «La crisis sanitaria
puede convertirse en una crisis alimentaria», agregó Bárcena.
Gurría informó que «estamos en un momento enormemente vulnerable» y que «estamos en esta couyuntura tan difícil porque ya estábamos con problemas y llegó el COVID19. Estábamos con problemas de desaceleración, de muy bajo crecimiento, de precios bajos de materias primas, estábamos con problemas de concentración del ingreso, pero, además, estábamos con problemas muy serios de competitividad, de productividad de nuestras economías».
El coronavirus »llegó en un momento particularmente difícil y demostró qué tan mal preparados estábamos, agregó el secretario general de la OCDE.
Iglesias, expresidente del BID, expresó que «la crisis está conmoviendo los cimientos mismos del mundo financiero» .»El mundo se está enfrentando a un quiebre de la llamada relación multilateral, estamos en una regresión que puede crecer; en ese ambiente el tema de la cooperación regional adquiere una nueva dimensión», agregó.
Además, reflexionó sobre el «patrimonio regional que nos da la naturaleza» que constituye «el gran capital de apoyo de América Latina. El tema del cambio climático hay que incorporarlo en las políticas de los bancos de desarrollo, en todas sus dimensiones».
Gurría manifestó posteriormente que «cuando querramos despegar vamos a encontrar que tenemos las alas un poco pesadas y que necesitamos ponerle fuerza a los motores, porque el peso de la deuda de los gobiernos, empresas y hogares va a ser más difícil de recuperar. Creemos que la recuperación va a ser
en forma de U y no en forma de V».
«Estamos pidiendo que a los países caribeños se les haga un tratamiento especial y que se les den algunos fondos concesionales, que se les alivie el pago de intereses y que los pueda ayudar», dijo Bárcena.
Por otro lado, Bárcena dijo que hay que «la pandemia es un mal público, como lo es el cambio climático. Que es la crisis que viene y debemos asumir las causas ambientales de la pandemia».
Iglesias, en su reflexión final, dijo que «hay capacidad para salir». Bárcena dijo que hay «que tener una visión positiva al futuro (…) aprender las lecciones de la crisis va a ser muy importante»
El País