Cuida y trata tu piel con estas cinco plantas comunes que puedes tener en casa. ¡Te encantará todo lo que pueden hacer por ti!
¿Cuántas veces has terminado recurriendo a un remedio casero para tratar algún problema de la piel? Lo cierto es que muchas veces, algunos productos naturales que tenemos en casa -como muchos alimentos- pueden hacer maravillas en el que es el órgano más extenso de todo nuestro cuerpo. Y en particular las hierbas y las plantas, que llevan utilizándose para beneficio del organismo (y para mejorar nuestro aspecto, tratando diversas afecciones) desde hace milenios…
Y es que existen en la naturaleza numerosas plantas hidratantes, regeneradoras, antisépticas o calmantes, que pueden proporcionar enormes beneficios a la piel. Y no solo usadas de forma tópica, si no también infusionadas y consumidas en bebidas. Lo mejor es que muchas de ellas son muy comunes y fáciles de encontrar, por lo que deberías tenerlas en tu cocina y empezar a tenerlas en cuenta para cuidar tu piel… ¡Te descubrimos las mejores!
Aloe vera
Es posiblemente la planta más famosa en el mundo de la belleza por su gran poder calmante y regenerador. La mezcla de polisacáridos presentes en el gel del Aloe Vera es muy hidratante y estimula la producción de colágeno, dejando la piel nutrida y jugosa. Su gel puro -que puedes obtener de las hojas o adquirirlo en herbolarios, farmacias y tiendas en algunos cosméticos- es muy eficaz para tratar quemaduras leves, irritaciones y otras heridas de la piel. El aloe vera también funciona bien en casos de psoriasis y acné y es ideal para calmar la piel tras la depilación, por ejemplo.
Manzanilla
¿Quién no se ha tomado nunca una infusión de manzanilla para tratar un dolor de estómago? Esta planta calmante y digestiva también es un antiinflamatorio local, tiene poder fungicida y ejerce una notable acción antiséptica. Infusionada o en extracto, también es útil para aliviar alteraciones de la piel leves, como pequeñas quemaduras, heridas superficiales o granitos, evitando que se infecten
Lavanda
Esta planta puede tomarse en infusión, aunque también se puede usar en aromaterapia o diluida en aceite esencial, de forma tópica. Con gran poder calmante, es muy eficaz para reducir la inflamación y la irritación de la piel, disminuyendo las rojeces y aliviando los picores. Además, su gran poder relajante ayuda a tratar problemas de la piel crónicos asociados al estrés.