Policías y enfermeros están preocupados porque el traslado de las mujeres privadas de libertad a Paso Ataques, no reúne las condiciones sanitarias imprescindibles cuando hay embarazadas y niños.
Explican que hoy la cárcel de mujeres de la calle rodó tiene la asistencia médica del servicio de sanidad policial, que colabora con la atención. Trascendió que, por orden superior, el personal de enfermería tendría que trasladarse a Paso Ataques por sus propios medios, para asistir a las reclusas.
No hay vehículos ni viáticos para tal fin.
Los operadores penitenciarios asignados a cumplir servicio en Cárcel Granja, tendrán que sacar de sus sueldos para pagar boletos de ida y vuelta ($ 300 por día) sumado a las pocas frecuencias de ómnibus que realizan ese trayecto.
Solicitan además una bonificación en el previo de los boletos para los familiares de las reclusas, para facilitarles la concurrencia.
El ministro del interior, Luís Alberto Heber, junto a autoridades policiales y representantes nacionales, vinieron para inaugurar el anexo femenino de Paso Ataques, pero no hay definición de protocolos sanitarios y las mujeres están cumpliendo pena en la cárcel de calle Rodó estarían trasladadas recién en mes de abril.
Sabido es que los encargados contratados para brindar la atención integral de salud a las privadas de libertad, es el Sistema de Atención Integral -Personas Privadas de Libertad de Asse.