El sedentarismo no solo tiene repercusiones a nivel físico, sino también para el cerebro. No obstante, vamos a examinar qué hacer para derrotar
de forma definitiva los riesgos del sedentarismo.
La inactividad, no hacer ejercicio, no leer ni formarse, en definitiva, no moverse, resulta perjudicial para la salud en general. Esto ya se sabe desde hace años. Sin embargo, en este artículo te presentaremos específicamente cuáles son los riesgos del sedentarismo para tu cerebro.
Vivimos una época donde la actividad física ocupa un lugar secundario en nuestras vidas. Muchas ocupaciones laborales implican que estemos sentados largas horas, y nos movilizamos en lo cotidiano a través de vehículos, sin caminar.
La inactividad llevaba al sistema nervioso simpático a fracasar a la hora de regular la vasoconstricción periférica, lo que también predispone a la hipertensión y a enfermedades del corazón.
Otras investigaciones científicas han hallado que el sedentarismo debilita la memoria y la capacidad de aprendizaje, así como predispone a padecer enfermedades neurodegenerativas.
¿CÓMO EVITAR LOS RIESGOS DEL SEDENTARISMO PARA TU CEREBRO?
Hacer ejercicio mejora la salud física y mental Thomas Stephens, en una investigación publicada en Preventive Medicine, demostró que el ejercicio moderado mejora la salud mental, sobre todo en aquellas personas que padecen trastornos de estrés, ansiedad y depresión.
Además, los resultados de su estudio arrojaron datos que apuntaban a registros de: La conclusión es clara: la mejor vía para evitar enfermedades crónicas,
como la diabetes, hipertensión, obesidad, osteoporosis y enfermedades cardiovasculares, es a través del ejercicio. De hecho, una simple caminata diaria es suficiente para evitarse muchos problemas. Eso, sí, el ejercicio ha de ser moderado y progresivo. El sueño es fundamental Se sabe que uno de los riesgos del
sedentarismo recae en la eliminación de las rutinas de actividad y un desorden en los horarios, lo que redunda en una mala calidad del sueño. Y claro,
esto no hace más que agravar el problema.
Si no dormimos bien, nos encontraremos de peor ánimo y padecemos mayor inestabilidad emocional. Nuestra atención y nuestra memoria se verán muy afectadas al reducir el tiempo de descanso.
Por el contrario, hacer un poco de ejercicio mejora la calidad del sueño y favorece que sea reparador. No es de extrañar que uno de los apoyos fundamentales en el tratamiento del insomnio sea hacer ejercicio.
El ejercicio evita los riesgos del sedentarismo y mejora el estado de ánimo Así es, el ejercicio ayuda a combatir los síntomas de la ansiedad, por lo que también ayuda a estar más tranquilos y relajados a la hora que ir a dormir. El deporte aumenta la autoestima, la confianza en uno mismo y favorece el intercambio social.
En resumen, los riesgos del sedentarismo para tu cerebro y tu físico han quedado demostrados. Por lo tanto, está en tu mano combatirlos con algo de ejercicio y estimulación para tus neuronas, como las actividades al aire libre, la visita a museos, o manteniendo una conversación con alguien con el que estás caminando o haciendo footing.