Las facciones delictivas en la frontera «vienen de menos a más», dijo el jefe de Policía de Rivera, según una publicación del diario El Observador*.
«Quieren pintarla como Ciudad Juárez, pero no es», dijo un vecino de la frontera a El Observador. Aunque la disputa por el mercado de drogas entre las facciones –que los policías uruguayos llaman «importadas»– Os Manos y Os Tauras azota a la frontera y a determinados barrios del departamento de Rivera, comerciantes y vecinos consultados coinciden: más allá de robos circunstanciales, «no se meten contigo si vos no te metiste con ellos primeros». De los ocho homicidios consumados entre enero y marzo de este año, seis estuvieron vinculados al narcotráfico, uno no está claro y uno se debió a «problemas de convivencia».
Un operador jurídico que controla las evidencias que se presentan en las causa contó a El Observador que, cuando se analiza la información de los teléfonos confiscados, los líderes de estas bandas hablan de Rivera como una «frontera de tierra fácil». Eso hizo que en 2021 el departamento norteño sea el único en sobrepasar los 15 homicidios cada 100 mil habitantes. En total, según el Ministerio del Interior, hubo 17.
«Acá en Rivera todo el mundo anda en la calle con un arma, como quien anda con un celular en el bolsillo», señaló otro operador judicial.
En Rivera hay tres fiscalías y reciben casos de todo tipo: desde crímenes por el narcotráfico hasta por abusos sexuales. Junto con la Jefatura de Policía de Rivera y su departamento de Investigaciones han aclarado la gran mayoría de los homicidios. Sin embargo, no logran evitarlos.
Las facciones que se disputan tanto el mercado de drogas reclutan personas para trabajar junto con ellos y el hecho de «cambiar de bando» muchas veces suscita los enfrentamientos que terminan con las muertes de algunos de los involucrados. También se enfrentan a consumidores adictos que no pagan. Van de un lado al otro de la frontera, razón por la que la coordinación con la policía brasileña es crucial.
El jefe de Policía de Rivera, Wilfredo Rodríguez, dijo a El Observador que la coordinación con sus pares brasileños es «excelente» y se da en todos los niveles de las fuerzas: federal, caminera, militar, etc.
Los narcos «viven cambiando la estrategia» y los obligan a ellos a cambiarla, señaló. Aunque advirtió que estas organizaciones delictivas «vienen de menos a más». Sin embargo, expuso que se cortó la racha que se había dado en enero, cuando ocurrieron el 75% de los homicidios de este trimestre. Los integrantes van cambiando: algunos caen presos y otros mueren. Los cabecillas de las dos bandas «ya están presos».
En el caso de Os Manos, dijo una fuente especializada a El Observador, se asentó años atrás en el barrio La Humedad y expulsó a varias familias del lugar.
Villa Sonia, una de las más azotadas
Una de las zonas más azotadas por el crimen es Villa Sonia, al oeste de la ciudad de Rivera.
Vecinos del barrio dijeron a El Observador que el problema allí es la distribución de pastabase y todos los conflictos, ya sean hurtos menores o asesinatos, surgen por eso.
«Capaz andan matando por mil pesos», señaló uno de ellos y advirtió que «pasan todos los días dando vueltas por las calles pidiendo plata».
Aunque resaltó que la mayoría de los problemas ocurren «entre ellos». Otro comerciante coincidió: «Es por territorios o ajustes de cuentas. Yo no escuché de que haya muerto ningún inocente».
La postura del Ministerio del Interior y el FA
Cuando el ministro Luis Alberto Heber debió informar el aumento de homicidios en este trimestre, puso el foco en tres departamentos: Montevideo, Canelones y Rivera. «En Rivera estamos dando batalla, en un lugar donde hay mucha penetración del delito norteño. Eso invade y genera (delitos) en toda la zona», había dicho el año pasado. En esa misma oportunidad, expuso que «apurar» la construcción del nuevo destacamento de la Guardia Republicana en la ciudad de Tacuarembó permitiría mejorar el patrullaje por las rutas que conectan con Rivera. Tiempo antes había expresado: «La Guardia Republicana es una fuerza de choque que es necesaria, sobre todo en sectores de la frontera donde hemos visto la penetración del crimen organizado brasilero».
El exdirector general de Secretaría Charles Carrera manifestó en enero que el caso de Rivera era uno de los ejemplos de que «la presentación de datos generales de homicidios invisibilizan la realidad de los diferentes territorios, con una heterogeneidad importante en la distribución de casos y en el nivel de violencia».
La cantidad de homicidios en Rivera varió en los últimos años. En 2021 hubo 17, en 2020 fueron 16, el año anterior 7, y en 2018 se registraron 16.
* Extracto de El Observador