Ambos pescados azules son muy saludables, aunque existen ciertas diferencias nutricionales entre ambos. Analizamos sus semejanzas y diferencias para contarte qué opción es mejor.
Los nutricionistas recomiendan el consumo de, al menos, 3 o 4 raciones de pescado a la semana, y es que se trata de uno de los alimentos más saludables que existen. Existen dos grandes clases de pescado: azul y blanco, cuyas diferencias se establecen en función a sus propiedades nutricionales, siendo el contenido de lípidos (grasa) uno de los principales criterios.
Antes de nada, tienes que saber que, lo que diferencia el pescado azul del pescado blanco es su contenido en grasa, que suele ser mayor en el primero. Si la merluza es uno de los ejemplares más consumidos si hablamos de pescado blanco, en el caso del pescado azul son el salmón y el atún las variedades más reconocidas. Analizamos sus principales diferencias nutricionales para contarte cuál de los dos es mejor.
Salmón vs. atún, sus diferencias nutricionales
Salmón y atún son pescados muy ricos en proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales, aunque tienen ciertas diferencias. Una de las principales es su contenido magro, considerablemente menor en el caso del atún (al menos, en las partes más consumidas, que suelen ser los lomos). Para que te hagas una idea, en 85 gramos de salmón podemos encontrar 11 gramos de lípidos, mientras que en el atún solo hay 1 gramo.
Si estamos tratando de perder peso, sin duda nos convendrá más el atún. En cuanto a su aporte calórico, el del salmón es mayor. En 80 gramos de ambos pescados, el salmón tiene alrededor de 170 calorías, mientras que el atún aporta 70 aproximadamente. Sin embargo, si hablamos de su contenido en proteínas, es el atún el que sale ganando (21 frente a las 17 que aporta el salmón).
La vitamina D está presente en ambos pescados, pero es el salmón el que aporta mayor cantidad de este micronutriente (aporta el 47% de la cantidad diaria recomendada, mientras que el atún solo nos aporta el 7%). Esta vitamina cumple una función muy importante a la hora de mantener el sistema óseo en buenas condiciones, pues es esencial para que los huesos absorban correctamente el calcio.
La vitamina D también ha demostrado ser muy importante en el correcto funcionamiento del sistema inmune y de nuestra salud cerebral. Además, diversos estudios han hallado una relación entre los niveles bajos de este micronutriente y el mayor riesgo de sufrir diferentes tipos de cáncer, enfermedades del corazón y depresión.
Además, la grasa del salmón es una buena fuente de Omega 3, muy beneficiosa para el corazón pues ayuda a reducir los triglicéridos y aumentar el colesterol HDL (el ‘bueno’). Hay una enorme diferencia entre las cantidades de la misma que nos aportan ambos pescados (2.130 mg del salmón frente a los 91 mg del atún).
En conclusión: ambos pescados son excelentes opciones para cumplir con la recomendación nutricional de consumir cuatro raciones a la semana, aunque el salmón es más recomendable para quien esté tratando de reducir el colesterol y proteger su corazón. Por su parte, el atún es mejor para aquellos que quieren controlar su ingesta de calorías.
Inés de la Fuente / Revista Mía