Estás embarazada, no enferma. Siendo consciente de eso, es inevitable pensar en mil dudas que nos genera cada cosa que hacemos desde que nos enteramos. Empecemos por conocer qué hay que tener en cuenta sobre la seguridad alimentaria.
¿Por qué tenemos que tener más cuidado con la seguridad alimentaria durante el embarazo? De forma general, el sistema inmunitario actúa de forma diferente, está un poco liado. No es que no funcione, es que lo hace distinto.
Para enfrentarnos a ello sin miedo, tenemos que conocer las normas básicas de seguridad alimentaria con algunas peculiaridades específicas para estos momentos.
De nuevo de forma general:
Lavar: lavado de manos, de frutas y verduras, de superficies y de utensilios.
Truco: ¿Cómo lavar las frutas y verduras? Se lavan antes de consumir. Lo importante es frotar bajo un chorro de agua, pero si quieres hacer algo más, utiliza productos aptos para uso alimentario. El proceso sería el siguiente: Lavar bajo el agua; poner a remojo con el desinfectante de uso alimentario; volver a lavar de nuevo bajo el agua para eliminar restos del desinfectante
Separa: alimentos crudos de cocinados, dentro y fuera de la nevera. No utilices los mismos utensilios para manipular unos y otros sin lavarlos correctamente primero
Cocinar: cocinar completamente los alimentos intentando llegar a 70 grados en el centro del alimento durante unos segundos. Como no es fácil medirlo, tendremos que asegurarnos cocinando un poco más de tiempo.
Enfriar: mantén siempre la cadena de frío, no dejes alimentos que sobran fuera de la nevera cuando deberían estar dentro y consúmelos cuanto antes.
Revisar: confirma las fechas de caducidad y consumo preferente, que no haya alimentos estropeados en la nevera.
Comer por dos
Olvídate de eso. Come por ti y come bien. Debemos aumentar el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, huevos, pescado… (ojo, ni atún ni peces grandes y congelando previamente). Y reduce el consumo de bollería y ultra-procesados. Con eso, tendremos garantizadas las vitaminas. Sigue los consejos de tu médico por si son necesarios suplementos como el ácido fólico.
Alimentos a evitar
Durante este tiempo, y debido a esos microorganismos patógenos, tendremos que evitar el consumo de alimentos crudos como el sushi o el carpaccio, el de jamón curado salvo congelado y buen cocinado previo, el salmón ahumado, patés refrigerados o queso elaborado a partir de leche cruda. Si es posible, reduce los alimentos envasados «listos para el consumo» como sándwiches o productos preparados, por tu salud y por seguridad alimentaria ya que patógenos como E.coli o Listeria (que habitualmente están muy controlados) no están exentos de riesgo.
Por supuesto, nada de alcohol. Nada. Cero.