CUIDAR AL QUE CUIDA
Se realizó días atrás el seminario virtual «Trabajar en el sector salud: miradas estratégicas más allá del Covid-19», organizado por la Facultad de Enfermería y la Facultad de Medicina, con el apoyo del Prorrectorado de Gestión de la Universidad de la República .
Al presentar el seminario, la decana de la Facultad de Enfermería, Mercedes Pérez, afirmó que nuestra sociedad se encuentra ante una situación nunca antes vivida y tiene la peculiaridad de ser una crisis o pandemia transmitida en vivo, con escasos filtros para la difusión de información, lo cual hace que todos tengamos información de buena y mala calidad y que seamos sujetos opinantes al respecto.
Indicó que la preocupación parece estar focalizada en la cantidad de camas y ventiladores, y de igual forma en el personal sanitario como si estos trabajadores también fueran bienes materiales, «ni siquiera se piensa que para cada ventilador y cada cama tiene que haber un equipo bastante importante para atender a ese paciente». Señaló que el Covid-19 es una amenaza importante para todos, especialmente para el personal de la salud, pero también «es una gran oportunidad de repensar nuestras prácticas, nuestra cultura, los lugares que ocupamos en la sociedad y el valor que cada trabajador tiene».
También sostuvo que una característica fundamental de este período es la gran incertidumbre, que a su vez hace emerger situaciones crónicas, estructurales del sistema de salud y los recursos humanos. Es así que el objetivo de este seminario es identificar y caracterizar las principales fortalezas, debilidades y desafíos que la epidemia pone en evidencia en el país, con el fin de sistematizar lecciones y orientaciones que permitan optimizar los dispositivos de protección de los trabajadores en el futuro.
Por su parte, Luis Leopold, el prorrector de Gestión, afirmó que este seminario pretende analizar debidamente los condicionantes que están en juego para los profesionales de la salud, pero también poder proyectar una mirada en perspectiva más allá del Covid-19. La perspectiva integrada que la Udelar ha definido en este marco y su compromiso con la población uruguaya tiene que ver con «cómo integramos el cuidado de cada uno de nosotros, cómo cuidamos a la comunidad al abordar los desafíos de las tareas cotidianas, y particularmente el sector salud está abordando desafíos enormes».
En este sentido, reconoció particularmente el aporte específico que la Facultad de Enfermería está realizando en la temática, contribuyendo con diversos insumos, protocolos, y procedimientos que la Udelar está utilizando para el cuidado de los espacios y la higiene.
Calidad y cuidados En la primera exposición, Fernando Bertolotto, profesor titular de la Unidad de Investigación de la Facultad de Enfermería planteó la interrogante de «qué pasa con los profesionales de la salud actualmente, cómo los estamos mirando y sobre todo cuidando, lo cual es indispensable». Este cuidado, indicó, tiene que estar dentro del marco general de los cuidados, que en la profesión de la Enfermería es el centro del objeto de trabajo. El cuidado es
una condición de posibilidad de la humanidad: si no cuidamos al otro, no hay posibilidad de existencia.
También es una condición de la calidad de la atención, y se basa en principios filosóficos, en acuerdos construidos a lo largo de la historia, como el principio de alteridad, de reconocimiento mutuo, reciprocidad, empatía y Derechos Humanos.
Respecto a cómo se manifiesta públicamente la temática del cuidado de los profesionales de la salud a nivel mundial, señaló que es desde la emoción, «se
los aplaude y se los celebra como personas que se están jugando la vida por nosotros». Sin embargo, los profesionales están viviendo esta situación de manera distinta y no esperan ese tipo de reconocimientos. Este contraste, según Bertolotto, debería llamarnos a reflexionar, pues hay una incidencia muy grande de los medios de comunicación y las representaciones sociales que no corresponden con las experiencias vividas en los contextos de trabajo de estos profesionales. El 10 de mayo, en España, se difundió un manifiesto que recoge cinco grandes temas que resumen los problemas y expectativas de los trabajadores de la salud a nivel político, social e institucional. En ese manifiesto piden ser escuchados, muchas de las propuestas para el control de la pandemia no tienen en cuenta las experiencias concretas de los trabajadores que actúan en realidades muy distintas a las que se supone deberían existir.
El segundo punto es el reclamo a ser protegidos porque están muy expuestos a la enfermedad. En Brasil se conoce que 16.660 profesionales de la salud están contaminados y 150 han muerto. A nivel mundial, el acceso a los test de diagnóstico tampoco es fácil, lo cual genera tensión y ansiedad para los profesionales, que piensan en el riesgo que hacen correr no solo a sus colegas, sino a sus familiares. También piden ser protegidos frente a posibles reclamos por practicar su trabajo en condiciones inadecuadas y que puedan dar lugar a persecuciones. Piden una mayor preparación, que la carga y tiempos de trabajo no los superen o los quiebren, y por último piden ser cuidados, que se tenga en cuenta su sufrimiento y dificultades.
La situación de los trabajadores en Uruguay En Uruguay, según cifras del Ministerio de Salud Pública, en 2018 había 16.268 médicos, 6176 licenciados en Enfermería, y 23.606 auxiliares de Enfermería. Según la Organización Internacional del Trabajo, en 2019 había 60.000 trabajadores en total, el 76% son mujeres,
y hay un licenciado de Enfermería cada tres médicos y cada 4 auxiliares de Enfermería. Bertolotto indicó que esto es importante respecto a la calidad de la atención, porque los licenciados en Enfermería «son quienes aseguran que las cosas se hagan de la mejor manera, pero tenemos un déficit: faltan 9000 para responder a las normas internacionales».
Desde la perspectiva del personal de Enfermería, evidenciada en una encuesta realizada por la Facultad entre el 30 de abril y el 15 de mayo: 91% tienen multiempleo, 87% cuidan pacientes con patologías respiratorias, 49% tienen personas dependientes a cargo, 58% son jefes de hogar, 29% declaran tener
problemas de salud, en particular diabetes e hipertensión, es decir, patologías relacionadas al Covid-19.
Asimismo, si se considera la percepción del riesgo, trabajan en un contexto donde se accede poco a los equipos de protección más eficaces, hay un bajo control de contaminación, y solo 11% dicen haber sido testeados contra un 20% que han estado en contacto con personas contaminadas.
Más del 40% de ellos están preocupados por perder el trabajo, pero más aún por contagiarse y poder contagiar así a sus familias. Además, casi el 40% declaran que su condición de trabajador de la salud genera rechazo a nivel social.