¿Sabías que sentarse en el suelo tiene beneficios? Si lo haces correctamente puede ser provechoso para tu salud, así que aquí te damos algunas pautas
y recomendaciones para la práctica.
¿Cuánto tiempo de tu día lo pasas sentado? Posiblemente mucho. De hecho, si nos ponemos a pensar en todos los momentos que pasamos en esa posición,
no podríamos ni siquiera calcularlo. La realidad es que esto tiene sus riesgos y beneficios cuando lo hacemos en una silla. Lo que no cambia al sentarse en el suelo.
BENEFICIOS DE SENTARSE EN EL SUELO
Veamos algunos de los beneficios de sentarse en el suelo.
1. Estás más activo Sentarse en el suelo o estar en cuclillas activa más la musculatura. Esto previene dolores de espalda. No es la cura mágica para los problemas lumbares, pero sí ayuda, siempre y cuando se respete la rectitud del eje corporal.
2. El cuerpo está diseñado para defecar así Este es el enunciado que defienden algunos. Estar en cuclillas permite un mejor ángulo entre el intestino grueso,
el recto y el ano. Así salen con mayor facilidad las heces, ya que en esa posición los esfínteres y el suelo pélvico se equilibran.
3. Recomendable en la fase de expulsión del parto Ponerse en cuclillas permite una apertura mayor para el paso del bebé. Esta postura es una de las más usadas en el mundo animal al momento de parir, puesto que el diámetro de la pelvis se amplía con mayor facilidad.
No es solo eso, sino que al estar en vertical, la gravedad ayuda, disminuyendo los esfuerzos del pujo. Así como ayuda a las contracciones, la posición favorece la presión del feto sobre el cuello uterino, que suma a un parto más sencillo y fluido. Otra ventaja es que se disminuyen los desgarros de los tejidos blandos.
4. Mejora la postura y el dolor de cuello
Las sentadillas ayudan a quitar presión al cuello, ya que estar sentados en el suelo mantiene a los tejidos conectivos elásticos y flexibles. Al contrario que
estar en una silla, que los endurece.
PRECAUCIONES AL SENTARSE EN EL SUELO
No todo es positivo. Sentarse en cuclillas o en el suelo puede acarrear cierto tipo de problemas a los que se deben prestar atención. Veamos.
1. Ponerse de rodillas. Al arrodillarse se ejerce una presión sobre las rodillas y las articulaciones de los tobillos. Si se siente dolor o entumecimiento en las extremidades intenta ponerte sobre una rodilla con un pie en el suelo.
2. Equilibrio. Al estar de rodillas hay menos estabilidad, ya que los glúteos permanecen por encima del suelo. Si existe algún tipo de dificultad para mantenerse
estable, sujetate de la pared o algún sofá y cambia de posición si aparece dolor.
3. Cómo sentarse con las piernas cruzadas. Sentarse con las piernas cruzadas puede empeorar problemas, como el dolor lumbar y la mala postura. Pero
si eliges hacerlo, no te encorves y mantén la columna en una posición neutral. Pon el peso sobre las caderas en vez de los pies.
POSICIONES PARA SENTARSE EN EL SUELO
Existen varias posiciones para sentarse en el suelo y probar los beneficios de esta postura. Estas son algunas.
1. Sobre las rodillas Ponte de pie, pasa una pierna detrás de tu cuerpo, cambiando el peso a la pierna delantera. Baja con lentitud la rodilla
trasera hacia el suelo y mantén los dedos de los pies en el suelo con el tobillo flexionado. Pon los hombros sobre las caderas y baja la rodilla delantera al
suelo. Separa las rodillas al ancho de los hombros y descansa las nalgas sobre los talones.
2. Con las piernas cruzadas Siéntate en el piso. Dobla ambas rodillas y mueve hacia afuera. Pon un pie debajo de la rodilla opuesta, luego mueve el peso a las caderas en vez de a los pies. Pon el vientre sobre las caderas.
Una manera de disminuir la presión sobre las caderas puede ser sentarse en el borde de una manta doblada o encima de unos cojines.
3. Doblado sentarse
Esta posición puede ayudar con dolencias en la rodilla o el tobillo. Prueba sentarte en el piso, doblando ambas rodillas y plantando los pies en el suelo.
Pon los pies más separados que el ancho de las caderas y mantén el vientre sobre las caderas.
4. Allanamiento
Párate con los pies separados a la altura de las caderas. Pega los pies en el suelo, baja los glúteos con lentitud hasta que estén casi tocando el suelo. Mantén los
hombros y el pecho erguidos