«HAY QUE DARLE A LA PRODUCCIÓN FAMILIAR EL LUGAR QUE MERECE»
El presidente de Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), Tomás Garrido, aseveró que «si no unimos esfuerzos y no luchamos, nos lleva el viento», en el marco de su análisis de la coyuntura política y la visión de la gremial acerca de las políticas públicas para la producción familiar. Garrido destacó que CNFR es cada productor y cada entidad de base, no un local ni una directiva. Asimismo, se refirió al rol de CNFR; a su capacidad de propuesta; al relacionamiento con otras gremiales; a su gestión como integrante de varios directorios de la institucionalidad pública agropecuaria; y a los lazos internacionales creados a través de su participación en COPROFAM y en la REAF.
El Poder Legislativo uruguayo se encuentra en pleno proceso de análisis y debate del proyecto de ley de presupuesto, en el que el gobierno nacional define los gastos e inversiones que pretende asumir, de acuerdo a sus definiciones ideológicas y programáticas. El proyecto de ley de presupuesto es elaborado
por el Poder Ejecutivo cuando comienza un nuevo período de gobierno, y remitido al Poder Legislativo, quien es el responsable de su aprobación.
Sobre este proyecto de ley CNFR planteó en un documento varias objeciones y propuestas (ver http://coprofam.org/ 2020/10/05/preocupa-a-cnfr-elrecorte-presupuestal-al-desarrollo-rural-la-investigacion-yla-agroecologia/), que según Garrido, fueron atendidas aunque finalmente, no consideradas por la Cámara de Diputados a la hora de votar y aprobar la iniciativa del Poder Ejecutivo. La gremial presentará ahora ante la Cámara de Senadores este documento, buscando mejorar la propuesta original del gobierno.
En este sentido, el Presidente de CNFR recordó que siempre, cuando la gremial presenta algún reclamo o una objeción, la acompaña con una propuesta, agregando que «cuando uno hace todo lo posible por lograr una mejora queda tranquilo. Y si no se logra, tendremos que seguir luchando.
Será cuesta arriba, pero vamos a seguir luchando por los propósitos que tenemos».
Garrido sostuvo que «CNFR es cada organización afiliada», cada productor que la integra, «y es cada Consejero en territorio», y cada uno de lo que define la «importancia del trabajo que realizamos» y valida su representatividad, que nuclea a 103 entidades de todo el país y a más de 17.500 familias productoras. Para el dirigente, «CNFR no está donde se encuentre la Mesa Ejecutiva, ni un lugar físico. Un presidente o un secretario no son la organización» , lo es «el conjunto de personas que la integran».
La CNFR se ha caracterizado por proponer e impulsar políticas públicas diferenciadas para la producción familiar desde su creación, en agosto de 1915.
Entre sus más destacadas acciones se puede citar el rol protagónico que jugó en la creación de la primera ley de cooperativas agrarias en 1941, del Instituto Nacional de Colonización, en 1948. En los últimos años se puede citar la creación del registro de productores familiares agropecuarios y de productores
familiares pesqueros; la obtención de los apoyos indispensables para la promoción de iniciativas asociativas y cooperativas; la promulgación de la ley de compras públicas para la agricultura familiar y la pesca artesanal, que crea un sistema de adquisición de alimentos en los que los organismos oficiales deben satisfacer un porcentaje de su demanda a través de las organizaciones de estos colectivos; los subsidios a las pólizas de seguros para el sector agropecuario;
y la instalación de las Mesas de Desarrollo Rural, ámbito de diálogo político en el que confluyen las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones de
gobierno, para atender la más diversa gama de problemáticas locales.
Para Garrido, más allá de las conquistas alcanzadas, «todas defendibles y que deben mantenerse». No obstante, sostuvo que «cuando se cambian los gobiernos o por diferentes crisis, las cosas se ponen tensas y se ponen difíciles. No debemos agachar la cabeza. No debemos aflojar el paso ni desesperarnos
al grado de que nos haga perder el punto de vista de CNFR, que es lograr ese tipo de cosas».
El Presidente de CNFR fue enfático al afirmar que la entidad «tiene la fuerza, con el aporte de todos los productores y las organizaciones afiliadas, como para
lograr este tipo de cosas, y eso es lo que no queremos perder».
En la actual coyuntura, Garrido considera necesario profundizar aquellas políticas públicas orientadas a facilitar el acceso a la tierra a través del Instituto
Nacional de Colonización, «porque sabemos que esa es la única forma» en que, por ejemplo los jóvenes, «que desesperadamente buscan» establecerse en el medio rural y desarrollar su proyecto productivo, puedan acceder a un predio.
También destacó como prioritario mantener los servicios que brinda el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, asociado a un sistema de transferencia de tecnología, asistencia técnica y extensión rural, porque «si no tenemos ese apoyo técnico el productor chico no puede funcionar».
De aprobarse lo propuesto por el gobierno en el proyecto de ley de presupuesto, la Dirección General de Desarrollo Rural dispondría de apenas la mitad de los recursos con los que contó hasta la fecha, con el agregado de que se le impide tomar líneas de crédito otorgadas por organismos internacionales
como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o del Grupo Banco Mundial (BM) para subsidiar la ejecución de proyectos y acceder a asistencia
técnica, por lo que no hay certezas acerca de la forma en que se podrán financiar las iniciativas de los productores familiares y sus organizaciones.
En este escenario, se especula que se promovería un sistema de crédito para la producción familiar a través de las empresas que operan dentro del sistema financiero convencional. Al respecto, Garrido sostuvo que la captación de recursos «a través del sistema financiero es imposible. A través de un banco o de una financiera el productor va a terminar endeudado y vendiendo lo poco que tiene para pagar la deuda».
El dirigente gremial aclaró que el «sistema que hemos ido trabajando hasta ahora, y en el que estamos enfocados», basado en un apoyo estatal con un
importante componente de subsidio, no implica que se espere «que venga todo de arriba», como sostienen algunas personas. Este sistema, dijo Garrido,
«no es para salir del paso momentáneamente, es para que nos preparemos y nos equipemos para después poder defendernos solos, para seguir trabajando
solos aunque no tengamos ese apoyo».
La CNFR integra los directorios de buena parte de las entidades oficiales que componen la institucionalidad agropecuaria, entre ella, los del Instituto Nacional de Carnes; Instituto Nacional de Semillas; Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria; Junta Nacional de la Granja; y Comisión Administradora del Mercado Modelo.
Para Garrido, el trabajo que están haciendo los delegados «es muy bueno. Se ha logrado mucho y se pueden lograr cosas muy importantes. Por eso queremos mantener esa línea, porque para CNFR es muy importante el rol que cumplen sus delegados» en esos ámbitos.
Un capítulo importante en la charla mantenida con Garrido fue el enfoque de CNFR respecto a su trabajo y participación en entidades internacionales, como
la Confederación de Organizaciones de Productores Familiares del Mercosur Ampliado (COPROFAM). En este sentido, evaluó que «se está trabajando muy bien.
Es una gran necesidad» trabajar en conjunto. Se logra mucho, y esta es una de las cosas que no debemos perder». Reconociendo las particularidades de cada país, y considerando que «cada uno tiene su rol y su forma de participar, el que nosotros participemos es muy importante».
Similar evaluación le cabe a la participación de CNFR en la Reunión Especializada para la Agricultura Familiar (REAF). En este sentido, el dirigente afirmó que cuando «se ve el alcance que tiene y lo que se puede compartir y recibir como experiencia y formas de trabajo, es importantísimo».
El presidente de CNFR aseveró que en el marco del diálogo político con el gobierno, uno de los temas principales a incluir es la valorización de la producción familiar. Al respecto, ilustró que en Uruguay la producción familiar es la responsable del abastecimiento del 75% de los alimentos que se consumen en el país; además, afirmó que la mayor parte de los productores ganaderos son familiares, siendo las exportaciones cárnicas uno de los rubros que genera mayores divisas. También la lechería es otro de los sistemas productivos que está gestionado mayoritariamente por productores familiares.
«Hay que darle a la producción familiar el lugar que merece. Siempre debió tenerlo y se le debe prestar atención». Tomás Garrido señaló que no se buscan privilegios, sino que «tengamos oportunidades, que sean atendidas nuestras necesidades, que tengamos un apoyo para seguir existiendo».
El mensaje para los productores familiares es que «en este tiempo que nos toca vivir -siempre fue así y ahora es mucho más importante ahora- si no unimos esfuerzos entre todos, si no nos agrupamos, si no luchamos, nos lleva el viento. Eso tenemos que tenerlo muy presente, siempre», concluyó Garrido.
Fuente: CNFR