La pandemia provocó una fuerte demanda internacional por el producto.
El ejercicio comercial de la industria arrocera uruguaya cierra el 28 de febrero y suele ocurrir que el stock se termina de comercializar al año siguiente. Sin embargo, la pandemia del Covid-19 generó fuerte demanda por el producto y la cosecha 2019/20 se terminaría de comercializar en diciembre.
Esa colocación anticipada también permitiría adelantar la negociación por el precio definitivo que recibirán los productores, comentó en Agronegocios Sarandí el presidente de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA), Alfredo Lago.
«Ya teníamos una cosecha reducida en volumen, por una superficie de siembra menor, que fue bastante compensada con la productividad, pero
la capacidad instalada que tiene la industria para poder molinar y exportar arroz es mayor al volumen que produjimos», admitió el dirigente.
Agregó que el buen flujo de negocios permitirá que sobren dos meses en el ejercicio comercial del cereal, en los que la industria podría estar procesando arroz. Por lo tanto, «a fines de diciembre, aún dentro de este año, se habrá vendido toda la última zafra», señaló.
Lago admitió que esto «genera la pena de no haber tenido más arroz, que podría haberle generado más al sector y también divisas a todo el país».
«Pero, por otro lado, esto va a generar una situación de poder adelantar la fijación del precio definitivo y que no tengamos que esperar hasta el 28 de febrero, cuando se cierra el ejercicio comercial. Así que seguramente en enero ya negociaremos con la industria esa posibilidad», afirmó.
DEMANDA
Lago repasó que la fuerte demanda por el producto no comenzó a inicios del período comercial, en marzo, cuando los precios todavía eran muy
parecidos a los del año pasado. «Pero a medida que avanzó la pandemia, se empezó a generar mucha demanda, primero de fuera de la región, sobre
todo de Europa y Centroamérica», comentó.
Eso permitió que se aceleraran los negocios que se hacían desde Uruguay, primero hacia fuera de la región, en volúmenes mayores a los de años anteriores, y más tarde hacia Brasil, el gran demandante en el Mercosur, que «se origina desde mediados de agosto en adelante».
Lago analizó que en el caso de Brasil el principal factor de la demanda no fue la pandemia, sino más bien una caída de la producción en los últimos
años, la que no fue bien asimilada por el mercado.
«Si uno miraba los pasajes de stocks de una zafra a la otra eran muy pequeños. Hay que considerar, además, que Brasil fue un exportador importante de arroz en los años anteriores, y eso hizo que su oferta fuera disminuyendo», señaló.
Mientras tanto, la demanda a nivel mundial se incrementó, por la situación sanitaria, porque el arroz «sigue siendo el alimento más económico»,
ya que «con US$ 1, en promedio, en el mundo comen 10 personas».
Todo esto hizo que los precios en Brasil se hayan despegado del resto de la región, e incluso otros mercados compradores, como México, Perú y la Unión Europea, tuvieron que mejorar sus ofertas para hacerse del producto.
Sin embargo, «Brasil no solo ofrece mejores precios, sino que posibilita una logística que es mucho más económica, dejando un valor residual
que es muy favorable», sostuvo Lago.
(Radio Sarandí)