Partido Nacional – Edil Jorge Ferreira.
Hace pocas horas se cumplieron 35 años de ese día, mi primer día de actividad militante en política en el Partido Nacional.
Yo tenía 13 años ese 25 de mayo de 1984, no había cumplido aún 14 años y a instancia de una invitación de familiares muy queridos Diego Flavio Tarocco y Blanca Lidia Oliveira, mis tíos, me embarque una madrugada aquí en Plaza 19 de Abril en uno de los tres coches que salían de Tacuarembó para pasar también en horas de la madrugada, estaba oscuro cuando pasamos la represa de Salto Grande.
Recuerdo muy claramente la presencia militar, los funcionarios aduaneros y los soldados con fusiles. En aquella época la aduana uruguaya estaba del lado uruguayo y la aduana argentina del otro lado, no estaban unificadas como hoy. Un día muy especial, una circunstancia muy particular, pasar una aduana para ir a ver a un líder sedicioso, para conocer como conocí yo ese día a Wilson Ferreira Aldunate.
Una jornada intensa, muy cargada de emociones, de distenciones porque Uruguay vivía en dictadura y allá ese 25 de mayo en el cual Argentina festejaba su fecha patria, relevante sin duda, en el mismo aeropuerto de Concordia donde bajaría el avión que traía a Wilson Ferreira desde Buenos Aires, descendían aviones del ejército argentino que traían tropas de la fuerza aérea y del ejército argentino que desfilarían luego en la mañana en la ciudad de Concordia. Y recuerdo también la cantidad impresionante de uruguayos que habían llegado de todas partes del país y del extranjero y de la propia Argentina donde la colectividad uruguaya era importantísima en aquella época para acompañar ese momento.
La cantidad de colas que había en los restaurantes para comer por la cantidad de concurrentes de esa jornada totalmente atípica y sin duda señor Presidente esa noche en la puerta del banco Nación, ese discurso memorable en el cual con esa capacidad oratoria brutal, que no la volví a escuchar en otro dirigente político, Wilson anunciaba que en poco tiempo estaba retornando al país. Y al retorno de esa experiencia encantadora, muy marcante para alguien que tenía trece años y que tenía claro que había un adversario a derrotar que era el sistema instalado en nuestro país, era una experiencia extraordinaria que invitó por supuesto al retorno a integrarnos activamente en la actividad política, que entre otras cosas nos tiene acá en este lugar, hace ya casi 25 años. Nosotros recordamos eso señor Presidente con una cantidad de sentimientos, todos ellos positivos, ningún arrepentimiento, convicción absoluta, decisión, coraje, había que tener en aquella época mucho coraje; hoy es un fácil hablar de los derechos humanos y de una cantidad de cosas.
En aquella época había que ser guapo para topar el pampa y después venir acá y pararnos frente a la Jefatura de Policía de Tacuarembó y reclamar por la libertad de Wilson y de todos los presos políticos, y bueno lo que continuo luego, y los años de militancia política en los cuales en este tiempo en el cual hemos resuelto junto a un grupo de compañeros desde el llano, casi digo de la intemperie, presentar una opción electoral más, decir que lo hacemos con el mismo grado de convicción, con el mismo grado de afectividad, de coraje y de decisión con el cual esa mañana del 25 de mayo de 1984, pasamos frente a los fusiles de los soldados del ejército uruguayo que custodiaban el paso de esta delegación, de uruguayos que iban a ver a Wilson Ferreira Aldunate.